_
_
_
_
_
Las actividades ilegales de la CIA

La renuncia del 'zar' antiterrorista de la UE agrava la crisis por los vuelos de la CIA

La Eurocámara critica las respuestas del holandés Gijs de Vries a la comisión de investigación

Gijs de Vries, el zar antiterrorista de la UE, ha renunciado a su puesto. Oficialmente se marcha "por motivos personales", pero el momento no puede ser más inoportuno. A este liberal holandés le llueven las críticas tras su comparecencia ante la comisión del Parlamento Europeo que investiga los vuelos de la CIA, que este miércoles vota su informe final. De Vries aseguró entonces que aún "no hay pruebas concluyentes" de que una nube de aviones del espionaje estadounidense sobrevolaran y se posaran en Europa con secuestrados a bordo, y fue incapaz de aportar ninguna información relevante sobre qué sabían los Gobiernos europeos.

Más información
Una misión ambiciosa sin poder real
El Gobierno de Aznar envió policías a interrogar a 20 detenidos en Guantánamo

Fuentes diplomáticas aseguran que su marcha, además de los motivos personales, tiene que ver con la reticencia de algunos Estados miembros a asumir sus responsabilidades en el tema de los vuelos de la CIA.

El informe de la Eurocámara que será sometido a votación el miércoles en Estrasburgo pide que se cuestione "el contenido real del puesto" que ocupa Gijs de Vries, "quien fue incapaz de dar respuestas satisfactorias" a las preguntas de la comisión de investigación de la Eurocámara. Los eurodiputados piden también "que se revisen y se refuercen sus competencias y sus poderes". En aquella comparecencia, en mayo de 2006, Gijs de Vries se dedicó a esquivar las preguntas de los europarlamentarios y alegó que controlar los servicios secretos de los Estados miembros no es competencia de la Unión Europea. "Él no puede ir más lejos que los Estados. Si no le dan información y competencias, él no puede hacer nada", le defienden desde las filas del Consejo Europeo.

Los ministros de Justicia e Interior de la UE anunciaron a bombo y platillo la creación del cargo de Mister Terrorismo en marzo de 2004. La idea era que esa persona coordinara y facilitara el intercambio de datos de los servicios de espionaje europeos, una especie de germen de CIA de la Unión. De Vries se ha encargado más bien de la coordinación de las policías europeas y de asegurarse que se cumplen los planes que acuerdan los Veintisiete en materia antiterrorista.

Diversas fuentes comunitarias sostienen que De Vries era un ministro sin cartera, o al menos con una excesivamente ligera. Que bajo el gran rótulo de coordinador antiterrorista apenas tenía acceso a información relevante. Poco tiene que ver su cargo con el del zar antiterrorista estadounidense, repleto de poderes ejecutivos. "Allí, el coordinador antiterrorista da las órdenes; aquí, son los Estados miembros los que dan las instrucciones. Los ministros del Interior son sus jefes y si ellos no reconocen que ha habido, por ejemplo, cárceles secretas en su territorio ¿cómo lo iba hacer De Vries?", explican las mismas fuentes.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El que fuera secretario de Estado holandés asumió el cargo poco después de los atentados del 11-M en Madrid. Han sido casi tres años de importantes diferencias transatlánticas en materia antiterrorista. Casi tres años en los que poco a poco han salido a flote las actividades ilícitas que el espionaje estadounidense ha perpetrado en suelo europeo en nombre de "la guerra contra el terror" declarada tras el 11-S. De Vries, como el resto de sus colegas europeos, apenas ha levantado la voz para afearle la conducta al aliado estadounidense y ha aludido a las conversaciones que expertos jurídicos de ambos lados del Atlántico mantienen para limar las diferencias y determinar cuáles son los límites de la guerra sin cuartel que Washington y sus aliados libran contra Al Qaeda. En esas conversaciones ha quedado de manifiesto las distintas varas de medir los derechos humanos y la legalidad internacional que emplean Europa y Estados Unidos, según consta en los documentos del Consejo Europeo.

Mientras EE UU defiende la necesidad de tener las manos libres para secuestrar a sospechosos de terrorismo en cualquier lugar del planeta para trasladarlos después a prisiones clandestinas donde serán interrogados, sin que medie la justicia, Europa se aferra a los procesos de extradición y a pilares del sistema jurídico como la presunción de inocencia.

De Vries depende directamente de Javier Solana, el jefe de la diplomacia europea, que ahora deberá afrontar en solitario la marea de críticas al Consejo Europeo por su falta de colaboración en la investigación de los vuelos de la CIA. El mandato de De Vries expira el próximo mes de marzo.

El coordinador antiterrorista de la UE, Gijs de Vries, en una conferencia de prensa el pasado martes en Manila.
El coordinador antiterrorista de la UE, Gijs de Vries, en una conferencia de prensa el pasado martes en Manila.AFP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_