España se compromete sólo a equipar e instruir dos batallones del Ejército afgano

El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, puso ayer la obra de reconstrucción que los militares españoles realizan en el oeste de Afganistán como ejemplo para la misión de la OTAN, dedicada a combatir a los talibanes en el sur y este del país. El ministro se refugió en que la reunión informal de Sevilla no era una "conferencia de generación de fuerzas" (es decir, un banderín de enganche de tropas) para eludir las demandas de refuerzos por parte de los mandos aliados. Sí se comprometió, pese a ello, a instruir, financiar y equipar dos batallones del nuevo Ejército afgano.

Alonso mantuvo una reunión bilateral con el secretario de Defensa de EE UU, Robert Gates

Como anfitrión de una cita que reunió a 35 ministros de Defensa -los 26 de la OTAN, los siete del Diálogo Mediterráneo, el ruso y el afgano-, bajo la cúpula dorada de resonancias islámicas del Palacio de Congresos de Sevilla, Alonso tuvo que emplearse a fondo para no desairar a sus invitados. El argumento se lo prestó el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, con quien se entrevistó brevemente por la mañana en un lujoso hotel de la capital andaluza antes de inaugurar el cónclave. Scheffer dijo que el encuentro ministerial no era una "conferencia de generación de fuerzas" para obtener las tropas suplementarias que demanda el comandante supremo de la OTAN, el general estadounidense John Craddock, ante la previsible ofensiva talibán de primavera. En consecuencia, no era necesario asumir compromisos concretos. Ni rechazarlos.

Pese a ello, Alonso tuvo que admitir que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue lo bastante explícito en sus declaraciones del pasado día 30, cuando dijo que España no aumentará su presencia militar en Afganistán (690 efectivos) y que, por tanto, el Cuartel General de la OTAN en Valencia no podrá aportar, como estaba previsto, el núcleo del Estado Mayor de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) en Kabul a partir de agosto.

A partir de ahí, el empeño de Alonso fue poner en valor la contribución española y recordar que en el oeste de Afganistán "hay obra civil y reconstrucción", lo que no puede decirse de otras zonas. "La operación militar", recordó, "existe para hacer posible la reconstrucción". Además, en contradicción con su aseveración de que la reunión de ayer no era para hacer anuncios concretos, confirmó que España asumirá la instrucción, financiación y equipamiento de dos batallones del Ejército afgano, uno logístico y otro de combate. Esta contribución se inscribe en un programa de la OTAN, denominado OMLT (Equipos de Enlace e Instrucción Operacional), de los que se pretenden constituir 69 y ya hay 49 comprometidos, con el objetivo de que el Nuevo Ejército Afgano (ANA) alcance los 70.000 efectivos.

Además de participar en las reuniones plenarias, Alonso mantuvo dos entrevistas bilaterales con el nuevo jefe del Pentágono, Robert Gates, y con el ministro de Defensa ruso, Sergéi Ivanov. El primer encuentro entre Alonso y Gates, quien sustituyó en noviembre pasado a Donald Rumsfeld, fue mejor de lo esperado, a juzgar por las declaraciones del primero. Preguntado al respecto, Gates se mostró "satisfecho" de su encuentro con el ministro y dijo que "España hace un buen trabajo en Afganistán". Aludiendo probablemente a las explicaciones que le dio Alonso para justificar su negativa a enviar más tropas, agregó: "Todos tenemos compromisos y debemos tener cuidado en conseguir el apoyo de la opinión pública".

La entrevista con Ivanov sirvió a Alonso para abordar el futuro de Kosovo, donde España es partidaria de una "solución negociada y aceptable para las dos partes", que se plasme en una resolución del Consejo de Seguridad, donde Rusia tiene derecho de veto. Hasta entonces, agregó, España mantendrá su contingente en la aún provincia serbia, unos 650 militares.

La reunión que hoy concluye es la más importante celebrada por la OTAN en España en la última década. Más de 700 delegados -sólo la delegación estadounidense tiene 160 miembros-, 500 periodistas y 5.000 policías que han complicado la vida cotidiana de la ciudad. Alonso aprovechó ayer su comparecencia ante los medios de comunicación para agradecer su acogida a los sevillanos.