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Reportaje:

La rebelión de los pequeños mataderos

El sector cárnico desafía la política del Gobierno de concentrar la actividad en Gurokela

El consejero de Agricultura, Pesca y Alimentación, Gonzalo Sáenz de Samaniego, ha reiterado en diversas ocasiones que el Ejecutivo ni cierra ni abre mataderos. Sin embargo, en documentos internos de su departamento, ya en junio de 2004 se barajaba la clausura de algunos mataderos comarcales. El objetivo era la concentración del servicio en un único centro, en Bilbao, explotado por Gurokela, sociedad participada por el Ejecutivo. Este proyecto nació en octubre de 2004 con las críticas del principal sindicato agrario, EHNE. Dos años después, el sector consuma la oposición al proyecto. Evitó el cierre del matadero de Oñati y prepara la inmediata reapertura del Durango y la construcción de un nuevo en Vitoria.

Los ganaderos no quieren que el modelo de concentración del sector lácteo de Iparlat se repita con la carne

El matadero de Durango reabrirá sus puertas el próximo 5 de febrero. Vitoria contará con una nueva instalación de sacrificio en 2008. Y los mataderos de Guipúzcoa sobreviven a los intentos de cierre impulsados desde el Departamento de Agricultura, que ve cómo le crecen, literalmente, los enanos.

El Gobierno vasco inició en 1997 sus primeros estudios para cambiar de estrategia. Decidió mirar al modelo de explotación ganadero y cárnico catalán, de perfil más intensivo. El impulso definitivo llegó en 2004, con el impulso de la sociedad Gurokela, en la que el Ejecutivo tiene el 23,9% del capital. Pero la fórmula nunca fue querida por EHNE, el principal sindicato agrario vasco, que dijo que llevaría a la ruina al pequeño ganadero. Alertó entonces de que el modelo tenía similitudes con lo que había sucedido en el lácteo con Iparlat, una empresa donde el peso del ganadero ha ido disminuyendo.

El entonces viceconsejero de Agricultura, Asier Albizu, hoy al frente de los laboratorios públicos Neiker, defendía lo contrario. Contó con el apoyo de ganaderos alaveses agrupados en Aracarne y que hoy, en gran medida, están desencantados. Más de dos años después, el proyecto subsiste gracias a las subvenciones, a la importación de ganado extranjero -en un porcentaje que nunca ha sido revelado-, y al servicio a las grandes superficies, especialmente Eroski en la sala de despiece. El sector cárnico rechaza el modelo, desafía al Gobierno y apuesta por los mataderos comarcales.

En Guipúzcoa sobreviven los de Zestoa, San Sebastián, Tolosa y Oñati. Los dos últimos han recibido fuertes presiones para su cierre. De hecho, el de Oñati, propiedad de siete municipios, resiste gracias a la voluntad de los baserritarras de asumir la gestión. La mancomunidad decidió no cerrarlo, pero tampoco invierte en su mantenimiento. En Vizcaya en este momento opera el de Zorroza, en Bilbao. Pero 14 municipios, once dirigidos por el PNV y otros tres por independientes próximos a la izquierda abertzale, han desafiado a la política oficial del Gobierno y han decidido, a través de la sociedad Erralde, reabrir el matadero de Durango. En este territorio sólo queda otro pequeño en Karrantza, que es exclusivamente para consumo local.

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La situación en Álava es más complicada. Llodio y Amurrio cuentan con dos mataderos con autorización para consumo local. El cierre del de Vitoria, en septiembre de 2005, dejó el territorio sin uno comarcal, con permiso para exportar y vender su carne a otras localidades.

Pero los dos últimos años se ha producido una especie de revolución en el sector ganadero. Pese al miedo a hablar y protestar del sector primario, muy condicionado por su dependencia de las subvenciones, tratantes, ganaderos y carniceros han querido que el ejemplo de centralización de Iparlat no se repita con la carne.

La aportación del Gobierno a la constitución de Gurokela sumó 99.080 euros y las subvenciones de 2005 ascendieron a 1,34 millones de euros para una sala de despiece y envasado, y 0,4 millones para una línea de lanar. Nació en octubre de 2004 con el objetivo de concentrar todas las actividades del sector ganadero, tanto la comercialización como el sacrificio. El matadero de Zorroza lo gestiona Gurokela 2004 -empresa participada en un 60% por Gurokela, que agrupa a 263 de los 1.500 ganaderos semiprofesionales en Euskadi, y en un 40% por Mafrialsa, que gestionaba y cerró en 2005 el de Vitoria-.

El consejero González Sáenz de Samaniego aseguró en julio pasado que habrá ayudas públicas a proyectos que "tengan ligazón con el sector productivo e incluyan la comercialización". Pero a los promotores del matadero de Durango, se les ha dicho desde Agricultura que de momento no recibirán subvenciones.

Pese a que el consejero mantiene que Gurokela será un referente en el sector, hay quien no le da más de dos años de vida por la revolución de los pequeños mataderos. A la oposición no le gusta. El Parlamento aprobó el pasado año una propuesta de apoyo institucional a los nuevos mataderos y que el Gobierno salga del capital de Gurokela.

Dos operarios trabajan sobre una canal de vacuno en el Matadero de Zorroza.
Dos operarios trabajan sobre una canal de vacuno en el Matadero de Zorroza.FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

Durango abre sus puertas

La concesión del matadero de Durango, que abrirá el 5 de febrero, es por dos años y los 14 municipios promotores buscan ya un terreno para las nuevas instalaciones. Los viejos locales se han modernizado con una inversión de 250.000 euros que sale íntegramente de los municipios. Esperan que la rentabilidad sea un hecho y destacan que, a diferencia de la gestión exclusiva pública del clausurado en julio pasado, tendrá participación privada. Prevén el sacrificio de 600 cabezas de vacuno al mes y ganado lanar durante la campaña, antes y después de navidades. Los promotores del matadero han pedido también que se les permita abrir una pequeña sala de despiece para el autoconsumo; lo que permitiría unas mejores condiciones higiénicas que hacerlo en casa.

Eneko Egibar, veterinario y gerente del matadero, lo entiende como un servicio al modelo ganadero vasco, de pequeñas explotaciones. Esta pauta es la que asegura les va a llevar a la rentabilidad. La puesta en marcha no va a recibir ni un duro del Gobierno, según les han comunicado. La plantilla rondará las diez personas.

Una de las particularidades que defiende Egibar con más determinación es la puesta en marcha de una comisión en la que estarán los sindicatos agrarios (EHNE), los carniceros, tratantes, especialistas del sector y tratantes de los restos animales (Hitek Intrisa), en la que se establecerá las líneas generales de la política comercial. En todo caso, la idea es coordinarse con el resto de los mataderos comarcales, algo que también defienden los promotores de Vitoria. La sociedad Erralde se ha asesorado con el antiguo gerente de Irizar, Koldo Saratxaga.

Vitoria, un proyecto rentable

Con un sacrificio de 6.500 cabezas al año de ganado vacuno y unas 78.000 de lanar, el matadero de Vitoria echará a andar en julio de 2008. Haragi Artea -la sociedad impulsora, formada por ganaderos de la UAGA, carniceros de Aselcar (el 80% de los alaveses) y tratantes de Álava- han presentado ya el plan de viabilidad del proyecto al Gobierno, la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria. El plan, realizado por Append, se ha preparado con y sin subvenciones. Marcelino Unzalu, portavoz de la asociación, espera recibir un trato similar al de otros proyectos, en referencia a Gurokela. El Gobierno siempre ha exigido que los mataderos sean viables y el suyo, según Unzalu, lo será desde el primer año si cuenta con apoyos públicos; si no, llevará más tiempo.

El Ayuntamiento se ha comprometido a facilitarles un terreno en el polígono industrial de Jundiz, la Diputación le ha anticipado su apoyo, que será financiero. Esperan sólo la respuesta del Gobierno. El plan de viabilidad se lo dieron en propia mano al viceconsejero de Política e Industrias Alimentarias, José Antonio Suso. "Hemos hecho lo que nos han mandado y esperamos que se nos dé los estipulado", asegura Unzalu.

El capital del matadero se lo repartirán a partes iguales las tres organizaciones que lo patrocinan. Los promotores del proyecto aseguran que el ganado de Álava se lleva a matar en este momento fuera de la comunidad autónoma de forma mayoritaria. Asimismo, consideran que las necesidades del carnicero y el ganadero no son las mismas de la gran distribución, para quien funciona Gurokela. El nuevo matadero vitoriano contará con 13 o 15 personas. La inversión total será de 2,7 millones de euros.

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