Los edificios tratan de adaptarse a la normativa europea
Una de las transformaciones más evidentes que han sufrido las universidades andaluzas en los últimos años se observa en su arquitectura. Debido a las nuevas normativas sobre edificación tanto a nivel nacional, como regional y local, que incorporan las recomendaciones y directrices de la Unión Europea, los edificios universitarios han tenido que adaptarse para cumplir con la accesibilidad para los alumnos con discapacidad.
Sin embargo, en la mayoría de universidades todavía son muchos los inmuebles antiguos en los que las nuevas leyes no se perciben a primera vista. "Tenemos algunos edificios históricos en los que es difícil intervenir. Pero en los de nueva construcción no existe el mismo problema", explica Rafael Díaz de la Guardia, vicerrector de Estudiantes de la Universidad. "Aunque tenemos un gabinete específico para atender estos problemas, nunca es suficiente. Se han adaptado todos los edificios para cubrir las principales dificultades físicas, pero aún queda mucho por hacer", explica el vicerrector.
El problema de Granada existe también en la mayoría de los campus andaluces. Lo mismo ocurre en universidades como las de Sevilla, Córdoba o Huelva, en las que se han utilizado edificios históricos para ubicar centros universitarios. "Los edificios, incluso aunque sean de los años 60, tienen carencias. Por eso, se han tenido que ir adaptando paulatinamente, según las necesidades", afirma Emilio Romero, director de Infraestructura en la Universidad de Huelva.
En otros campus, como los de Almería, Jaén o la Olavide, que son más recientes, la accesibilidad es mucho mayor.
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