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Brasil y Argentina intentan frenar la influencia de Chávez en el Mercosur

La cumbre del bloque comercial analiza el ingreso de Bolivia

Jorge Marirrodriga

De nuevo el venezolano Hugo Chávez acapara todos los focos de una reunión de jefes de Estado latinoamericanos. La cumbre que celebran los países de Mercosur en Río de Janeiro va a servir para despejar algunas dudas de hacia dónde se va a mover la organización, que oscila entre profundizar en la integración económica, como buscan Brasil y Argentina, y la aparición de un carácter marcadamente político, como quiere Chávez. Además de estudiar cómo será en la práctica la participación de Caracas, que ya es miembro pleno, el Mercosur recibió ayer la petición formal de adhesión de Bolivia por parte de Evo Morales.

La diplomacia brasileña, una potente maquinaria de expertos cuya opinión suele ser escuchada por los presidentes, quiere que Lula da Silva pida a su homólogo venezolano -que al llegar a Brasil se declaró abanderado del "socialismo del siglo XXI"- que explique dónde conduce su política de nacionalización de la energía, un aspecto vital en la integración y estabilidad del continente, y que preocupa en todos los países de la zona.

En cuatro años, Brasil ha quintuplicado sus exportaciones a Venezuela hasta los 4.600 millones de euros, pero al mismo tiempo ha ido tomando distancia de las posturas cada vez más radicales de Chávez. Como muestra, dos declaraciones del ministro de Exteriores brasileño, Celso Amorim: "El socialismo del siglo XXI es sólo un eslogan" y "los países son independientes, pero es importante actuar de acuerdo con las leyes".

También el presidente argentino, Néstor Kirchner, ha puesto tierra por medio. La última prueba es su ausencia el pasado lunes de la toma de posesión del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, pupilo de Chávez, que también quiere que su país se integre al Mercosur. Venezuela es el país con el que Argentina ha firmado más tratados desde que Kirchner es presidente, 37, entre ellos una alianza estratégica.

[La Asamblea venezolana aprobó ayer en primera instancia un proyecto de ley que dará a Chávez poderes especiales para dictar leyes por decreto durante 18 meses. Se aprobó por unanimidad, pues la oposición boicoteó las pasadas elecciones y no está representada en la cámara].

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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