Enfrentados frente al terrorismo

José Luis Rodríguez Zapatero. Todos los españoles me escucharon decir el día 29 de diciembre que tenía la convicción de que estábamos mejor que hace cinco años y que dentro de un año estaríamos mejor. Señorías, aunque no es frecuente entre los responsables públicos, quiero reconocer el claro error que cometí ante todos los ciudadanos españoles. Mariano Rajoy. Tan contento se mostraba el señor Rodríguez Zapatero de la marcha de las cosas que, efectivamente, el día 29 de diciembre se dirigió a la nación para que los españoles no nos acostáramos sin saber que estábamos mucho mejor que hace un año. [...] Fue un error, y está bien que lo reconozca en esta cámara. Debería haberlo hecho antes. Pero las preguntas que cabe hacerse son las siguientes. ¿Qué fiabilidad puede tener cualquier propuesta que venga de usted? ¿Qué vale su capacidad de análisis? ¿Dónde está la prudencia que debe guiar las decisiones de cualquier dirigente?

Zapatero: "Siempre que ETA rompió una tregua, salvo ahora, todos los partidos apoyaron al Gobierno"

Zapatero: "Quiero reconocer el claro error que cometí cuando dije que en un año estaríamos mejor"

Rajoy: "No se puede dialogar bajo el chantaje. Si usted no cumple, le pondrán bombas, y si no hay bombas, es porque ha cedido"

Rajoy: "Es comprensible que ante rídiculo tan inestable reclame toda clase de apoyos"

Zapatero: "El Gobierno trabajará por un gran consenso que aúne a todas las fuerzas democráticas"

Zapatero: "Usted no ha dado muestra de excluir la confrontación en el debate de la lucha contra el terrorismo. No ha mostrado voluntad de sumar"

Rajoy: "No cuente conmigo, porque no pienso acompañarle. Y no se preocupe de nuestra soledad"

Rajoy: "Señor presidente, ya no es el momento de discursos ni de vaguedades. Siempre que tiene usted un problema propone un acuerdo"

Rajoy: "A usted le ha tomado el pelo un rebaño de asesinos, y el único responsable es usted"

Zapatero. A lo largo de los años se han producido varias treguas en la actividad terrorista, ninguna de ellas llegó a buen puerto y la violencia ha permanecido entre nosotros. [...] En todas ellas y también en ésta obtuvo una misma respuesta de los gobiernos democráticos que se han sucedido: la aplicación de la ley y la utilización de los medios que proporciona el Estado de derecho para perseguir, juzgar y condenar a los responsables de los actos terroristas. En todas las ocasiones en que ETA ha roto la tregua, con la excepción de esta última, obtuvo una misma respuesta de todas las fuerzas democráticas, el compromiso de mantener un apoyo inequívoco a la política antiterrorista aplicada por el Gobierno.

LA FORTALEZA DE ETA

Rajoy. Señor presidente, ¿cómo puede afirmar que sólo ha cometido un error? Se ha equivocado ¡en todo! Ha cometido tantos errores que se atropella. Su primer error consiste en ser imprudente. [...] El segundo, pensar que el terrorismo se resuelve mediante la negociación, cosa que no ha ocurrido nunca en ninguna parte. Al terrorismo o se le derrota o se le sufre [...]. El tercero ha sido renunciar a la desaparición de ETA y no decirlo claramente. Su cuarto error se llama jactancia. [...] Su quinto error ha consistido en olvidar que usted no tiene en las manos lo que ETA reclama y, como no lo tiene, no se lo puede dar. No está en su mano, afortunadamente, triturar la Constitución al gusto de ETA, ni adulterar el Estado de derecho, ni dar órdenes a los jueces ni torcer la voluntad de los navarros. [...] Si ha habido un malentendido entre ETA y usted, si además de vender humo a los españoles se lo ha vendido también a ETA, él único responsable es usted. [...] El sexto error es la frivolidad de quien piensa que no se pierde nada con probar cosas nuevas. [...] ETA, contra lo que usted pregona, está más fuerte que hace un año. Le ha regalado usted tiempo y tranquilidad. Se ha rearmado, se ha reorganizado y se ha refinanciado.

Zapatero. El Señor Rajoy ha afirmado que ETA está más fuerte que nunca. Me niego a hacer ninguna valoración sobre la debilidad o fortaleza de ETA. Es un grave error y, además, debería haber sido más prudente, porque también hubo un periodo de tregua largo con ustedes gobernando y después pasaron cosas muy graves. Usted [no] puede decir a alguien cómo durante la tregua de 1998 ETA se hizo más fuerte para luego provocar todo el sufrimiento que hubo. Es sencillamente un despropósito.

OCASION PERDIDA

Zapatero. Todos los presidentes democráticos han hecho compatible la aplicación de medidas legales, policiales y judiciales, destinadas a combatir la locura terrorista, con el intento de concluir con la violencia por medio del diálogo, cuando han entendido que se presentaba una ocasión para ello. Como mis antecesores, también yo lo he intentado. [...] Hice lo que pedía la inmensa mayoría de los españoles: tratar de aprovechar la oportunidad cierta que se desprendía de una declaración de alto el fuego tras tres años sin víctimas mortales.

Rajoy. No quiero dramatizar, pero, una vez más, usted no ha dado la talla ante la sociedad española y esto resulta especialmente grave cuando hablamos de terrorismo, que es tanto como hablar de la mayor amenaza contra la vida, la libertad o los derechos de las personas. A usted le ha tomado el pelo un rebaño de asesinos, enemigo de los españoles, y el único responsable es usted, que lo ha tolerado. Ya no se puede ocultar el fracaso.

OPORTUNIDAD DEL DEBATE

Zapatero. No puedo dejar de subrayar que ésta es la primera vez que, por el principal partido de la oposición, se ha requerido la comparecencia del presidente del Gobierno para que dé cuenta de los antecedentes de un atentado y para que explique la política antiterrorista. Nunca antes se había producido una iniciativa de este tipo en nuestra democracia.

Rajoy. Cuando ha habido un fracaso de su política es obligado, señor presidente, que comparezca usted aquí. Yo he pedido su comparecencia, no para que explique un atentado, sino para que explique los efectos del cambio en su política antiterrorista y qué es lo que va a hacer.

OFERTA DE PACTO

Zapatero. Sigo firmemente convencido de que unidos lograremos derrotar al terrorismo y de que esa unión es una de las armas más eficaces para conseguir ese objetivo. [...] Por ello, el Gobierno ha resuelto mejorar el alcance de los acuerdos y pactos que hemos logrado en nuestro periodo democrático y anuncia su propósito de trabajar por la consecución de un gran consenso democrático contra el terrorismo que aúne las fuerzas, no sólo de los grandes partidos, sino, a poder ser, de todos los partidos democráticos. Más aún, no sólo de los partidos, sino de las organizaciones sociales más representativas; que incorpore también a los representantes de los ciudadanos inmigrantes que han sufrido en carne propia el azote del terror. De acuerdo con ello, me propongo convocar en los próximos días una reunión de la comisión de seguimiento del Pacto Antiterrorista para, junto con el otro firmante del acuerdo, evaluar la situación y debatir las posibilidades y objetivos de ese gran consenso democrático contra el terrorismo si, como espero, ésa es la voluntad del principal partido de la oposición. Con el mismo objetivo, el Gobierno convocará a todas las fuerzas políticas parlamentarias para la consecución de ese gran consenso contra el terrorismo. Además, como ya conocen, el Gobierno mantendrá un foro de encuentro con el ministro del Interior para hacerles partícipes de la estrategia antiterrorista, exponerles la valoración del Gobierno, escuchar sus puntos de vista, incorporar sus propuestas y reforzar los mecanismos con los que enfrentarnos al chantaje que se nos plantea.

Rajoy. Es comprensible, señor presidente, que ante ridículo tan inestable reclame toda clase de apoyos aquí y en la calle para apuntalar esta sinrazón. A eso lo llama usted unidad democrática. Lo que propone usted es, con perdón, la carabina de Ambrosio. Quiere un acuerdo que no pretenda derrotar a ETA, que se apalabre sin conocer su contenido y en el que figuren todos los defensores de Batasuna, de sus razones y de sus conflictos. ¿Qué pintamos ahí nosotros? Yo nada y usted tampoco. Haga usted lo que quiera, pero no me utilice como coartada. [...] No me pida que me sume al desistimiento, que acepte un apaño y que dé la batalla por perdida. Apoyarle a usted en el error supone el fin inmediato de toda esperanza.

Zapatero. Acabo de comprobar, pero no me extraña porque ya tengo cierta experiencia, que ha pasado de largo cuando le he formulado una propuesta de renovar un gran consenso democrático de todos los grupos políticos. Le puedo asegurar que el Gobierno va a empeñar su esfuerzo político en lograr ese acuerdo.

Rajoy. Además, señor presidente: ¿Es usted fiable? Lo digo porque no sé si está en condiciones de hablar de pactos o de acuerdos. ¿Qué caso podemos hacerle? ¿Qué tenemos aparte de su palabra? ¿Y cuánto vale su palabra después de lo que hemos visto a lo largo de esta legislatura? No le sobra crédito, señoría. Va a tener usted que demostrar una voluntad inequívoca de rectificar y, mientras, no me pida que lo tome en serio. Tiene que hacer gestos que permitan confiar en usted. [...] De lo contrario, no cuente conmigo, porque no pienso acompañarle, porque no habrá mayor error que acompañarle en su fracaso. Y no se preocupe por nosotros. Agradezco su interés, pero no nos preocupa la soledad, me preocuparía mucho más flaquear en las convicciones.

REPROCHES MUTUOS

Rajoy. Si quiere pactar conmigo tendrá que ser en el marco del Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo, esos papelitos viejos, pero tan útiles, los que usted firmó señor presidente.

Zapatero. Si usted abraza con tanta vehemencia el Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo, tendrá al menos que reconocer, si alguna vez tiene capacidad de reconocer algo, que fue propuesto por quien es hoy presidente del Gobierno. Le quiero recordar que cuando formulé aquella propuesta, que a sus ojos hoy resulta la mejor política antiterrorista, usted dijo que me sacaba un conejo de la chistera. El que no tiene ni idea de política antiterrorista es usted.

Rajoy. Me ha sorprendido que diga que no tengo ni idea de la lucha contra el terrorismo. Yo desde luego nunca diré que Otegi es un hombre de paz, ni que De Juan Chaos está por el proceso de paz, ni que las señoras Zabaleta o Goirizelaia son señoras del futuro y Rosa Díez o Pilar Elías del pasado. [...] No sé qué idea tendrá usted, pero hizo el ridículo el 29 y el 30 de diciembre.

Zapatero. Señor Rajoy, con su intervención ha pretendido enmendar a la totalidad los 30 años de política antiterrorista que han hecho los gobiernos de España. Es una hipocresía absoluta y una falta de credibilidad total el discurso que ha hecho esta tarde.

Rajoy. Ha dicho que yo he utilizado políticamente el terrorismo. Señor presidente, es que ha habido muchas personas en España, algunas de su partido, que han criticado su política antiterrorista. ¿Y por qué han criticado su política y han apoyado a los gobiernos anteriores? Porque nunca en España hubo un presidente como usted. Es que apoyarle a usted es un suicidio en la lucha contra el terrorismo.

BOMBAS Y CESIONES

Rajoy. ¿Y ahora qué? Me gustaría dejar algunas cosas claras. ETA no está en tregua, ¿o puede usted afirmar lo contrario? Dígalo. Nunca más habrá una tregua creíble de ETA. Dígalo. [...] La credibilidad del llamado proceso es cero y conviene recordar una cosa, porque es importante: no se puede dialogar bajo la amenaza o el chantaje. Si usted no cumple, le pondrán bombas y, si no hay bombas, es porque ha cedido.

Zapatero. En su primera intervención deslizó algunas frases profundamente inconvenientes, manifiestamente injustas y bastante intolerables. En su segunda ha deslizado una que dice: si usted no cumple le pondrán bombas y si no hay bombas es porque ha cedido. Señor Rajoy, tengo que decirle que me parece bochornoso e indigno y le pido que la retire desde esta tribuna.

Zapatero. Por mi parte, doy por zanjada toda la diatriba, todas las descalificaciones, todos los insultos que he recibido, si eso sirve para lograr el fin que se merece España [...], que estemos juntos contra el terrorismo y buscando el fin de la violencia. A eso le invito señor Rajoy.

Rajoy. Señor presidente, ya no es el momento de discursos, ni de vaguedades, ni de alocuciones vaporosas. Siempre que usted tiene un problema propone un acuerdo. La solución no es que haya un acuerdo. La solución son unas políticas que provoquen un acuerdo, y eso es lo que propongo yo. Usted no propone ninguna política concreta en materia de lucha antiterrorista.

Zapatero. Más allá de lo que pienso de su actitud, lo que es mi deber es intentar que todos los partidos estemos unidos contra el terrorismo. Usted no ha dado hoy una muestra de excluir la confrontación en el debate político de la lucha contra el terrorismo. No ha demostrado ninguna capacidad de mirar hacia el futuro, de tener voluntad de sumar.