Agentes de 'dinamización tecnológica' intentan modernizar 2.500 microempresas
El programa Innovarural, una iniciativa financiada con fondos europeos, intenta extender el uso de nuevas tecnologías entre los pequeños empresarios de la comarca sevillana de la Gran Vega del Guadalquivir
Isabel Morales trabaja desde hace unas semanas como agente de dinamización tecnológica. Pero para Daniel Toro es, desde mucho antes, una vecina que toma café en su local, el Mesón Puente Viejo. "Si empiezas con palabras como software muchos se echan atrás. Hay que contarles las cosas en su lenguaje", explica Morales. "Yo, de tecnología, estoy pegao, pero todo lo que sirva para mejorar mi negocio, me interesa", advierte Toro.
Tras varias conversaciones con su vecina, la agente de dinamización tecnológica, el propietario del mesón forma parte ya del programa Innovarural, una iniciativa financiada con fondos europeos que trata de extender el uso de la tecnología entre los pequeños empresarios del pueblo de Isabel y Daniel, La Algaba (14.000 habitantes), y otros 12 municipios de la comarca sevillana de la Gran Vega del Guadalquivir.
Varios municipios de la comarca (136.000 habitantes en total) tienen una apreciable actividad económica, protagonizada de forma casi absoluta por profesionales autónomos y empresas, con menos de diez empleados, de la construcción, el comercio, la agricultura o la hostelería.
El uso de tecnología en estas microempresas es aún muy bajo, lo que amenaza su competitividad. Ese diagnóstico animó a la asociación comarcal Gran Vega a plantear al Ministerio de Trabajo un proyecto de asesoría personalizada, que resultó ganador de la convocatoria de 2006 para financiar con fondos europeos.
"Casi todos los programas de ayudas públicas se centran en subvencionar el coste de la tecnología, pero nadie se sienta con el empresario a preguntarle qué necesita e informarle de las soluciones que ofrece el mercado", explica Silvia Rodríguez, gerente de Gran Vega.
Innovarural comenzó su andadura hace tres meses, con una docena de agentes de dinamización tecnológica recorriendo las calles y los polígonos industriales de sus pueblos. "La idea es contactar con 2.500 pymes", señala Rodríguez.
Salvadas las primeras reticencias, los empresarios rellenan un cuestionario en el que cuentan el equipamiento tecnológico de su negocio, su uso y en qué quieren mejorar. "La mayoría está respondiendo muy bien", asegura la gerente de la asociación, que resalta que muchos disponen de las herramientas informáticas, pero no les sacan provecho: "Hay quien nos confiesa que el ordenador que compró para la empresa lo usan sus hijos".
Impacto en la productividad
El proyecto cuenta con la asesoría de la consultora sevillana Sadai, que busca las soluciones tecnológicas que mejor se adaptan a cada empresa. Un estudio de esta firma resalta que pequeñas actuaciones en los sectores menos tecnificados (el comercio minorista, la construcción o la hostelería) pueden tener un fuerte impacto en su productividad. Como ejemplo, el estudio evalúa el efecto de instalar en un restaurante de diez mesas una Terminal Punto de Venta (TPV, aparato informático que sustituye a la caja registradora) con una PDA conectada para apuntar los pedidos. Al agilizarse el servicio, Sadai calcula que el restaurante podría servir mil mesas más al año. Un ejemplo que se adapta a las necesidades de Daniel Toro. "Yo tenía en mente instalar uno, pero me he decidido después de hablar con Isabel".
La agente de Innovarural ha explicado ya a Toro las ofertas del mercado. "En eso queremos ser lo más objetivos posible", explica Silvia Rodríguez. El asesoramiento incluye información sobre subvenciones públicas y líneas de crédito.
Isabel Morales también estará encima de que la compañía a la que Toro compre los aparatos, le dé formación para un buen aprovechamiento del equipo. Las charlas han metido el gusanillo tecnológico al dueño del mesón. "Unos amigos que estaban fuera intentaron buscar mi dirección por Internet y no nos encontraron; creo que para promocionarnos sería bueno tener página web".
La página en Internet es una de las posibilidades que más ha llamado la atención de José Luis Lara, otro de los vecinos/interlocutores de Isabel Morales. Su empresa, Detalles y Maderas, da trabajo a diez personas y su negocio de muebles a medida marcha bien, impulsado por las promociones inmobiliarias y la apertura de nuevos locales de restauración en la provincia.
Además de la web, Lara pretende informatizar la contabilidad y gestión de su almacén. Y un buen manejo de un programa de diseño contribuiría a lograr el bien que más valora ahora: tiempo. "Las cocinas y los interiores de los armarios los dibujo yo a mano", dice mientras enseña varios diseños coloristas y minuciosos, hechos a base de horas y rotulador.
El proyecto cuenta con una financiación de 2,2 millones de euros y debe estar completado en diciembre de 2007. "Queremos que en junio estén desarrollándose ya las aplicaciones tecnológicas que hayan solicitado las empresas para hacerles un seguimiento de, al menos, seis meses", indica la gerente de la asociación comarcal.
INNOVARURAL: www.innovarural.es
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