El jefe de la cúpula militar asegura que el Ejército "nunca bajó la guardia"

El jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general de Ejército Félix Sanz, aseguró ayer que el Ejército "nunca bajó la guardia" en la protección de su personal e instalaciones, pese al alto el fuego permanente declarado el pasado 22 de marzo por ETA.

En las primeras declaraciones de un mando militar tras el atentado de la T-4 de Barajas, Sanz se mostró "casi seguro" de que los militares que tengan algo que manifestar respecto al problema del terrorismo lo harán, "como dice el libro [en alusión a las Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas], por conducto reglamentario y con buen tono".

En un almuerzo organizado por la Asociación de Periodistas Europeos, Sanz eludió valorar cómo ha caído la ruptura de la tregua entre los militares, recordando que ya no se hacen los llamados "estados de opinión", que en la transición reflejaban los puntos de vista de los miembros de los ejércitos -aunque a menudo sólo recogían las opiniones de sus autores-, por lo que nadie puede erigirse en su portavoz.

No obstante, agregó que aún mantiene, como ha repetido en los últimos meses, "la ilusión de poder leer un día la noticia de que el terrorismo se ha terminado". Acto seguido, puntualizó: "No me corresponde pronunciarme sobre el procedimiento".

El jefe de la cúpula militar recordó que la ley Orgánica de la Defensa Nacional prevé la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha antiterrorista, "siempre en apoyo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado" y alegó desconocer por qué las pasadas navidades no se activó el plan de vigilancia -incluida la protección militar de objetivos estratégicos- que se puso en marcha en ocasiones anteriores.