Los mercados de crudo ignoran la crisis entre Moscú y Minsk

Los mercados del petróleo reaccionaron ayer con indiferencia al corte del suministro del crudo ruso a través de Bielorrusia y vivieron otra jornada de caídas de precios. El precio del barril brent (de referencia en Europa) cedía medio dólar al final del día, hasta los 55,14. Las altas temperaturas invernales y el escepticismo ante el último recorte de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) siguen empujando los precios a la baja.

Los mercados ignoraron ayer el nuevo episodio en la disputa político-energética entre Rusia y la también ex república soviética, Bielorrusia. Tras conocerse que la primera cortó el suministro de crudo a través del oleoducto Druzhba, que recorre el territorio de la segunda, el barril de crudo Brent, el de referencia en Europa, llegó a subir 1,55 dólares respecto a su cierre del pasado viernes.

Rusia, el segundo mayor exportador mundial de petróleo, envía 1,8 millones de barriles diarios, las dos terceras partes del total, a través del citado oleoducto, con destino a Alemania y Polonia, principalmente. El monopolio que gestiona el oleoducto ruso, Transneft, justificó el corte alegando que Bielorrusia se estaba apropiando de parte del crudo que circula por el mismo.

Sin embargo, hacia la mitad de la jornada, el barril Brent alcanzó el punto de inflexión de su escalada e inició el descenso. Al final de la jornada, se intercambiaba a 55,14 dólares por barril, medio dólar por debajo de su cierre anterior.

Según Mariano Marzo, catedrático de Recursos Energéticos de la Universidad de Barcelona, el enfrentamiento entre Minsk, que la semana pasada impuso una tasa de tránsito al crudo ruso que circula por su territorio como represalia a la subida del precio del petróleo y el gas que Rusia vende a Bielorrusia, no va a tener consecuencias de suministro graves para Europa. "Tanto Alemania como Polonia tienen reservas estratégicas para dos o tres meses y, en caso de apuro, se utilizaron las de la OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico]".

Peleas de amantes

En su opinión, lo que Marzo califica de "peleas entre antiguos amantes" no debe ser causa de preocupación sino por cuanto ponen de manifiesto la necesidad europea de garantizarse la seguridad del suministro energético. El economista recuerda el episodio similar que el año pasado tuvo como protagonistas a Rusia y Ucrania, en aquella ocasión, tras el encarecimiento del precio del gas que la primera vende a la segunda.

Lo que de verdad se esconde tras la decisión de Rusia, asegura Marzo, es una enorme necesidad de liquidez para poder seguir suministrando petróleo y gas, tanto a su mercado interior como al exterior. "Lo que debe causar alarma, por ejemplo, es que los campos de gas rusos se están sobreexplotando y ya está cayendo la producción en ellos porque no se invierte en nuevos yacimientos". Álvaro Mazarrasa, director general de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), apunta otra razón por la que el cierre del grifo del oleoducto no acarreará graves consecuencias: el crudo, a diferencia del gas, puede transportarse fácilmente en petroleros. Es el caso del petróleo ruso que llega a España, que supone el 15% del consumo nacional.

La principal preocupación en los mercado de crudo sigue siendo las inauditas temperaturas que han caracterizado los primeros meses del invierno septentrional. En EE UU, sobre todo, se han traducido en una menor demanda la zona noreste del país, el mayor mercado del mundo de combustible para calefacción. Desde principios de año, el precio del barril Brent ha caído en más de 5 dólares y la tendencia aún podría mantenerse, al menos, durante esta semana.

Otro factor que explica la actual tendencia a la baja del coste del petróleo es el escepticismo que se ha instalado en los mercados ante la capacidad efectiva de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para llevar a cabo el recorte de producción previsto.

El cartel, que aporta el 40% de la producción mundial de petróleo, acordó el mes pasado retirar del mercado 500.000 barriles diarios a partir del próximo 1 de febrero para estabilizar los precios. Ese recorte se sumará al de 1,2 millones de barriles que debía haber empezado a realizarse el pasado 1 de noviembre. Sin embargo, según distintas fuentes del mercado, la reducción real de producción ha sido tan sólo de entre 500.000 y 600.000 barriles de petróleo diarios. El ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez, reconoció ayer que varios miembros de la OPEP contemplan la posibilidad de celebrar una reunión extraordinaria en la que podrían decidir un recorte aún mayor de los precios.