La nueva piel del acuario de Nueva York
Enric Ruiz Geli, entre los tres finalistas del concurso que se falla este mes
Desde una playstation a escala humana hasta el acuario de Nueva York, el más antiguo de América. Enric Ruiz Geli (Figueres, 1968), arquitecto, artista y escenógrafo, ha recorrido un largo camino desde que, en el año 2000, irrumpió en la escena barcelonesa con Spek, una instalación que transformaba el espacio expositivo de Metrò-nom en una playstation gigante, donde los espectadores podían jugar en territorios virtuales creados por ellos mismos. Ahora está esperando el fallo del concurso convocado para dotar al acuario, situado junto al mítico parque de atracciones de la playa de Coney Island, de un nuevo sistema que lo separe de su entorno, en sustitución de la vieja valla de hormigón.
Al concurso, que se enmarca en un proyecto de reforma integral del centro, se presentaron 25 estudios de arquitectos, de los que quedaron tres finalistas: el holandés West 8, los jóvenes estadounidenses Smith-Miller & Hawkinson y el estudio Cloud 9 de Ruiz Geli. Con un proyecto para el aviario del zoo de Barcelona ya en marcha, el español ha propuesto una estructura ligera e interactiva, que se eleva por encima del perímetro del edificio, sostenida por postes de aceros y lo cubre -como si se tratara de una nueva piel- con una red de cable diseminada de miles de LEDS azules. "Estamos todavía bajo el efecto MOMA", revela el arquitecto, aludiendo a su participación en la exposición sobre la arquitectura española en el célebre museo neoyorquino, donde expuso la maqueta del hotel Hábitat de L'Hospitalet, una de las nueve que el MOMA adquirió para su colección.
"Proponemos una idea sostenible, inspirada en formas orgánicas y naturales, que integra el mar, las luces, la gente y la playa y surge de la reflexión sobre el contenido de la arquitectura: animales y plantas", explicó Ruiz Geli, quien espera con ilusión el fallo del jurado, previsto para mediados de enero. El proyecto, que se debe desarrollar en el plazo de dos años, tiene un presupuesto de 100 millones de dólares. "La nueva piel del acuario creará atmósferas y paisajes sonoros, acogerá esculturas de agua, ecoesferas y terrazas naturales con cultivos hidropónicos, y habrá nuevos pabellones para comprar, comer y descansar, que transformarán la entrada en un espacio social".
El acuario no es el único proyecto en el que Cloud 9 está trabajando. Además del hotel Hábitat, a principio de año empezará a construir el nuevo edificio de oficinas del Consorcio de la Zona Franca; acaba de entregar el anteproyecto para una ludoteca cívica en Figueres y ha ganado el concurso para construir la nueva sede de la empresa de iluminación iGuzzini en Rubí. También está proyectando una montaña de sal, que acogerá la exposición titulada Sed, durante la Exposición Internacional de Zaragoza en 2008.
En estos años, Ruiz Geli ha realizado trabajos muy diversos: desde la construcción de un prototipo de casa del futuro con el grupo Metapolis hasta el montaje de la antológica de Zush en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, y de la casa interactiva en el interior del museo donde el artista vivió durante la exposición. Convirtió el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona en un cine multisala de autor para la muestra La ciudad de los cineastas y firmó una exposición-instalación de la colección Bertrán i Musitu de cerámica de Talavera para el Museo de Cerámica del Palau de Pedralbes. En todos los casos, además del atractivo de un montaje espectacular, los recursos tecnológicos que caracterizan sus proyectos aportan contenidos y contribuyen a establecer una nueva relación entre el visitante y la obra.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.