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Reportaje:

España entra en la órbita espacial europea

El Ministerio de Industria destina más de 1.000 millones al plan estratégico 2007-2011

Durante los próximos cinco años España va a tratar de colocar su industria espacial en la órbita que le corresponde de acuerdo con el resto de sus principales indicadores económicos. La aportación actual a la Agencia Europea del Espacio es del 6%, que se elevará al 8% en dos años, nuestra cuota del PIB de la Unión Europea. Para entonces se espera que el retorno sea del 100%.

El satélite español de observación de la Tierra generará 800 puestos de trabajo con un presupuesto de 200 millones de euros

Si hay un sector en el que el peso específico de la dimensión pública seguirá siendo importante es, sin duda, el de la industria espacial. No es de extrañar, por tanto, el paralelismo de su evolución con la del ciclo económico general, por lo que tampoco resulta extraño el empuje de la Administración española a este sector, muy por encima del resto de los países de su entorno en términos relativos.

El Plan Estratégico para el Sector Espacial 2007-2011 que acaba de poner en marcha el Ministerio de Industria a través del Centro para el Desarollo Tecnológico Industrial, CDTI, supone una inversión de 1.071 millones de euros, de los que ya han sido aprobados por el Consejo de Ministros los presupuestos correspondientes a 2007 de 200,9 millones, de los que 185 millones corresponden a la aportación española a ESA. Una aportación que se mantendrá plana durante los cuatro años siguientes, aunque la inversión total prevista por el CDTI en el sector espacial se incrementa por decenas anuales desde 240 millones de 2008 a 270 millones en 2011. Según el secretario general de Industria y presidente del CDTI, Joan Trullén, "España es el único país europeo que crece a esos niveles".

Durante el próximo trimestre se presentará además un plan semejante para el sector aeronáutico, con el que existen importantes paralelismos, pero también diferencias significativas. El secretario general de Industria adelanta también que este plan será completado durante el próximo trimestre con uno paralelo de la actividad aeronáutica española, concretándose así el plan estratégico global para el sector aeroespacial.

A imagen y semejanza de otros grandes programas-marco de inversión pública (como el PEIT de Fomento, dedicado a inversiones en grandes obras de infraestructuras para el transporte), la industria espacial española tiene ya desde ayer su propia referencia programática para la inversión estatal en este sector en el próximo lustro.

Política económica

Según el ministro de Industria, Joan Clos, "estamos realizando un esfuerzo presupuestario sin precedentes para sumar esfuerzos al sector empresarial espacial e incrementar nuestra presencia en Europa, lo que se enmarca en el compromiso del Gobierno de convertir la inversión en I+D+i en uno de los ejes de su política económica".

Para Maurici Lucena, director general del CDTI, organismo que acapara el 75% de la inversión pública española en el espacio, esta apuesta del Gobierno español por I+D+i, que tendrá una clara correspondencia en el aumento de la productividad, en el caso espacial, se traduce en tres dimensiones fundamentales: el sector público (principal inversor y usuario del mismo), las empresas, que se encuentran en un contexto delicado tras la burbuja tecnológica de 2001, y las infraestructuras, con efectos inducidos importantes en el empleo, nuevos proyectos...

"El desarrollo espacial español no debe limitarse a la participación en la ESA, aunque sea el corazón del mismo", señala Lucena. De ahí la importancia de un plan como el que se acaba de poner en marcha, en el que puede resultar también fundamental su interacción. Dentro de la Administración son varios los ministerios y organismos implicados que deberán aumentar su cooperación, lo mismo que ocurre con las empresas del sector o las distintas comunidades científicas implicadas. "Es un plan completo, ambicioso y con vocación de transparencia", destaca Lucena.

Y a diferencia también de otros sectores, las empresas están encantadas con esta disposición administrativa. En la década de los ochenta toda la actividad de este sector industrial en España se repartía entre tres empresas. Hoy superan ampliamente la decena, a pesar del parón sufrido a principios de los noventa, con ejercicios en los que el crecimiento fue incluso negativo si se aplica el corrector inflacionario. En 1995 nace la patronal del sector, Proespacio, cuyo presidente, Juan Nebrera, reconoce el esfuerzo inversor público durante los últimos años, como el 15% de aumento anual en la aportación a la ESA "que pondrá a España en el lugar que le corresponde".

La industria espacial necesitaba un marco estable para definir su rentabilidad a corto y medio plazo, según Nebrera, para el que es de agradecer que por primera vez se cuente con una hoja de ruta que marque las principales directrices.

"No va a ser un camino sencillo, pero un horizonte de cinco años como el que se marca en el plan es un periodo más que razonable tanto para definir y adecuar los recursos humanos como para captar y desarrollar las tecnologías necesarias".

Para el responsable de Industria se trata de una apuesta definitiva a pesar del fuerte susto que se han llevado las inversiones españolas en Europa en los últimos años. Con el plan presentado, "entramos en una nueva etapa, volvemos a navegar en esas aguas para no perder ya posiciones".

Según Joan Clos, se trata de establecer una nueva relación con la Agencia Espacial Europea, un compromiso que permita a la industria española estar presente en sus desarrollos y gestionar los retornos industrales de la manera más eficaz posible."Nos comprometemos a ofrecer estabilidad para garantizar las inversiones en los próximos años" comenta el ministro "y poner a España en el imaginario colectivo europeo", añade. El comprimiso es "serio y ambicioso" y por eso cuentan con unas empresas de las que está seguro que lo lograrán ya que "sin mucho apoyo anterior han conseguido un prestigio internacional". con ontamos con las empresas".

Galileo es uno de los motores actuales de la industria espacial española.
Galileo es uno de los motores actuales de la industria espacial española.

El primer satélite "made in Spain"

En 1989 nace Hispasat, un sistema espacial de comunicación que se ha consolidado como operador de satélites de televisión, radio y servicios avanzados de telecomunicaciones. Su efecto locomotora ha sido importante, pero se trata de un satélite con tecnología fundamentalmente francesa.

Experiencias posteriores de menor tamaño: Intasat, Minisat y Nanosat, todas ellas a cargo del Instituto Nacional de Técnicas Aeroespaciales (INTA), han ido allanando el camino, y ahora parece que por fin habrá un satélite completamente español en el espacio. Al menos en un 90%, según el secretario general de Industria y presidente del CDTI, Joan Trullén.

Se trata de uno de los programas más destacados del Plan Espacial presentado por Industria para el próximo quinquenio. Un satélite para la observación de la Tierra, cuya construcción se inicia el próximo mes de enero y que estará operativo a partir de 2010 con un presupuesto de 200 millones de euros.

Un proyecto que, según Trullén, "no es sólo un símbolo, una señal para la comunidad internacional de nuestra capacidad, sino un magnífico ejemplo de las mejoras económicas y tecnológicas de España".

Se trata de un satélite óptico de alta definición en el que se apoyará el sistema español de observación de la Tierra, "un área en la que se ha identificado un nicho de mercado accesible a España". Tendrá una vida útil entre cinco y ocho años, y, entre otras cosas, supondrá un incremento del 70% de la facturación anual de las empresas españolas en los programas de la Administración Europea del Espacio (ESA).

En cuanto al empleo, según fuentes del CDTI, está previsto que el proyecto genere unos 600 puestos de trabajo directos en la industria espacial y otros 200 adicionales en el desarrollo de aplicaciones.

España se coloca así en el "selecto grupo de países con sistema propio que le permite atender la demanda tanto de clientes del sector público como privado".

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