Gates apuesta por una presencia larga de EE UU en el Golfo
El secretario de Defensa, Robert Gates, dijo ayer en Bagdad que el refuerzo del despliegue naval en el Golfo Pérsico tiene como objetivo mantener una presencia duradera y robusta de EE UU en la zona. Un mensaje que va dirigido a todos los países de la región, incluidos Irán y Siria, aunque Gates dejó claro que esta estrategia no debe considerarse como una respuesta a una acción de Teherán.
"Vamos a estar aquí durante mucho tiempo y todo el mundo debe tenerlo presente, nuestros amigos o los que se consideren adversarios", remachó. El despliegue militar en esas aguas lleva semanas reforzándose y coincide con la escalada verbal hacia Teherán y Damasco. La Casa Blanca acusa al régimen de los ayatolás de estar desarrollando la bomba atómica.
El Pentágono debe decidir ahora si envía un segundo portaviones al Golfo, para reforzar las labores de apoyo y protección que presta el Eisenhower a las tropas en Irak y Afganistán.
Gates informará durante el fin de semana al presidente Bush sobre los tres días de contactos con militares y líderes políticos iraquíes para discutir la presencia futura en el país, donde ayer murieron otros cinco soldados, lo que acerca el total de fallecidos a 3.000, desde el inicio de la contienda. Precisamente ayer, la rama de Al Qaeda en Irak dio a EE UU un plazo de un mes para que retire a sus tropas de Irak, exigiendo que responda en dos semanas, según una cinta de audio divulgada en Internet, informó la televisión Al Yazira.
Entre tanto, el Consejo de Seguridad trataba ayer de cerrar los últimos flecos de la resolución por la que se sancionará a Irán por sus actividades de enriquecimiento de uranio. El voto debería producirse hoy.
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