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Las pasarelas de Milán y Roma se unen a la lucha contra la anorexia

Las citas italianas emulan a Cibeles y exigen 16 años para desfilar

Milán, la capital italiana de la moda, se ha sumado junto a Roma y sus salones y ferias más importantes a una apuesta que ha sido recibida con desigualdad en el sector profesional: mostrar una imagen más saludable de las modelos en los desfiles. Un acuerdo firmado anteayer entre las autoridades de Milán y una representación de su poderosa industria de la moda concluye que excluirán de los desfiles del próximo mes de febrero de 2007 a las modelos menores de 16 años y a las que tengan un índice de masa corporal inferior a 18,5. La masa corporal, que para muchas personas de la moda aún resulta un concepto ajeno y extraño, es el peso en kilos dividido entre el cuadrado de la altura en metros; el resultado de esta operación matemática determinará, por encima del aspecto, si una modelo desfila o no en estos salones.

La iniciativa madrileña, que tomó cuerpo en la decisión conjunta de Ifema y la Pasarela Cibeles en la edición del pasado mes de septiembre, al principio recibió reprobación y poco respaldo en el sector, incluidos los milaneses. Pero han cambiado las tornas y el creciente problema de la anorexia en la juventud (que cada vez aparece a más temprana edad) y que también se manifiesta en la población adulta y madura, ha calado en la sensibilidad de gestores y profesionales. Consultada ayer la Pasarela Cibeles, su directora, Cuca Solana, recalcó una vez más que "pasarela no puede ser jamás sinónimo de enfermedad alguna"; y apuntaba a continuación con respecto a la edad límite: "Nuestra edad de admisión está en los 18 años, que se relaciona directamente con la mayoría de edad civil, y es lo que nos parece más equilibrado".

Comida saludable

El acuerdo milanés en el que está implicado el municipio incluye un ambicioso plan para impartir cursos sobre hábitos de comida saludables y control del ejercicio físico; a la vez que hace un llamamiento para que se enriquezca la variedad de tallas en los desfiles. La presencia de tallas a partir de la 46 en la pasarela milanesa comenzó en realidad hace tres temporadas, cuando la firma Elena Miró apostó por cerrar el salón milanés con su poderosa colección para tallas entre la 46 y la 52, lo que en su momento fue todo un acontecimiento que suscitó desde admiración hasta burlas grotescas de una minoría.

La alcaldesa de Milán, Letizia Moratti, ha dicho: "El acuerdo es el resultado de un esfuerzo común por transmitir a la gente joven la importancia de los modelos positivos de vida". Fuentes de la Cámara de la Moda de Milán dicen que este primer y tímido boceto de actuación sobre el problema de la delgadez como imagen se pone en línea con el manifiesto suscrito por el Gobierno italiano y los más altos responsables de la moda en Italia la pasada semana.

La muerte este año de dos modelos víctimas de anorexia y la iniciativa madrileña de controlar la masa corporal de las desfilantes han sido acontecimientos que han contribuido decisivamente a sensibilizar a profesionales de todas las capas del sector de la moda con un problema que se debate desde hace tiempo y que no es nuevo. La anorexia, aseguran muchas modelos, no es un problema de ellas, sino de toda la sociedad. Con este criterio las modelos alertan indirectamente sobre el papel de la publicidad, cuya influencia global es mucho más larga que la de las pasarelas mismas. En un principio, las grandes firmas italianas se resistieron a secundar el ejemplo español. En septiembre pasado, Mario Boselli, responsable de la Cámara de la Moda de Italia, dijo que "quizás una sola modelo entre 100" podría ser definida como demasiado delgada. Pero Boselli, que representa a un grupo de poderosos nombres como Armani, Versace y Prada, se mostró dispuesto a trabajar en la puesta en marcha de un código, si bien es verdad que los grandes estilistas todavía se mantienen mudos ante tan espinoso tema.

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