Zapatero llama a la ONU para que no baje la guardia frente al extremismo

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, renovó ayer su llamamiento a la ONU para "hacer frente al extremismo", convencido de que el apoyo a esa causa "está creciendo en el mundo" y se está estructurando en torno a la Alianza de Civilizaciones que él mismo propuso a la Asamblea General en 2004. La Alianza es "ya una realidad", aseguró Zapatero, poco antes de que el secretario general, Kofi Annan, presentara a la asamblea las recomendaciones para desarrollar el diálogo elaboradas por un grupo de expertos.

La diplomacia española esperó que Annan elaborará un plan de acción basado en las propuestas, generalmente poco concretas, que los miembros del Grupo de Alto Nivel designado por él le entregaron en Estambul, el 13 de noviembre. Pero el secretario general saliente optó por dejar las cosas como estaban, y ayer se limitó a entregar el mismo informe a la Asamblea y a Ban Ki-Moon, su sucesor ya electo.

Con este acto, al que asistió también el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, termina la intervención de Annan en un tema que ha avanzado gracias a su apoyo personal, pese al escepticismo de algunos. Aunque quizás vuelva a ocuparse del tema pronto, es Ban Ki-Moon quien deberá introducir la Alianza en la agenda de la Asamblea, cosa que podría no producirse hasta dentro de algunos meses. Pero dos puntos acordados, que el nuevo secretario tramitará probablemente en enero, son la creación de un Foro Cívico para la Alianza y de un Alto Representante.

Este cargo le ha sido ofrecido al propio Annan que, en Estambul, se mostró abierto a aceptarlo. Pero no dará una respuesta definitiva, hasta que no cuadre sus planes de actividad para cuando deje la secretaría de la ONU. España apoyaría totalmente ese nombramiento y ayer se cerró el acuerdo para que España tenga la sede del Centro Mundial de Estudios e Investigación para la Alianza de Civilizaciones, que coordinará todas las iniciativas del proyecto en el ámbito universitario.

El presidente, que se entrevistó con Ki-Moon para hablar de estos temas, de la reforma de la ONU, de los 1.100 soldados desplegados por España al servicio de Naciones Unidas, de las perspectivas de la operación internacional en Líbano y de la situación en Oriente Próximo, se mostró seguro de que el nuevo secretario general seguirá impulsando la Alianza con el mismo entusiasmo del saliente.

Zapatero recordó que las medidas recomendadas por los expertos de la ONU se refieren a cuatro campos -educación, juventud, inmigración y medios de comunicación-. Destacó, además, que "una de las tareas más urgentes de la comunidad internacional es acabar con la discriminación que padecen las mujeres en muchos países". El informe de los expertos denuncia que "personas que se autoproclaman líderes religiosos, a veces en connivencia con regímenes políticos conservadores y poco ilustrados", difunden prácticas como "los crímenes de honor, los castigos corporales y la opresión" que "carecen de fundamento religioso y deben ser combatidas".

Zapatero insistió, sobre todo, en que la Alianza expresa "esa idea de contribuir a la paz a través del diálogo que es uno de los elementos de nuestra política exterior, junto al incremento de la ayuda al desarrollo". El presidente destacó, en ese sentido, la importancia del acuerdo de aportación voluntaria de 528 millones de euros (700 millones de dólares) al Programa de Ayuda al Desarrollo de la ONU (PNUD) firmado ayer en Nueva York por la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín y precisó que la contribución española a Naciones Unidas se ha multiplicado por cuatro desde su llegada al Gobierno.

Aunque en su entorno se sigue señalando que España tiene una presencia administrativa en la ONU muy inferior a la de sus aportaciones financieras, el presidente aseguró que "España está muy bien representada" en el organigrama de la organización y añadió que "quien piense que este Gobierno va a dar ayuda para lograr más representatividad, es que no conoce a este Gobierno ni a su presidente". El aumento de la ayuda responde al compromiso programático del PSOE y a la voluntad de los españoles, que son "enormemente solidarios", dijo. "No puede haber mejor noticia que los españoles sepan, cuando celebran las Navidades, que están siendo, además, solidarios. Es el mejor regalo".