Un grupo de mariscadores bloquea con sus barcos la entrada al puerto de Ferrol

Las tensas relaciones entre el colectivo de mariscadores de la ría de Ferrol y la Consellería de Pesca volvieron a estallar ayer. Miembros de las cofradías de Ferrol y de Barallobre (Fene) formaron con sus embarcaciones, desde primera hora de la mañana, una barrera a la entrada de la ría para exigirle a Pesca el abono inmediato de las compensaciones por el cierre del banco marisquero de As Pías en plena campaña navideña, la más lucrativa del año para el sector. Los mariscadores levantaron el bloqueo a última hora de la tarde, tras llegar a un acuerdo con Pesca.

No es la primera vez que los mariscadores ferrolanos, comandados por su patrón mayor Bernardo Bastida, realizan acciones de bloqueo y sabotaje para presionar al Ejecutivo autonómico y ayer, como en años anteriores, la historia volvió a repetirse. Pasadas las diez de la mañana, cerca de 40 embarcaciones zarparon desde el muelle ferrolano hacia la bocana de la Ría, una zona angosta entre los castillos de la Palma y San Felipe, para formar una cadena que impidió la entrada y salida de grandes buques del puerto interior, como fue el caso del petrolero Navium Saga, que debía zarpar a mediodía, y de otros dos mercantes. El bloqueo impidió la entrada y salida de buques, entre ellos un petrolero y dos mercantes.

Una reunión improvisada por Pesca en su delegación ferrolana y una asamblea de mariscadores zanjaron el conflicto diez horas después de su inicio. El secretario general de la Consellería de Pesca, Miguel Ángel López Sieiro, aseguró que hoy los cerca de 400 marariscadores ferrolanos habrán firmado la primeras facturas para percibir la mitad del salario acordado para este mes de diciembre, 1.800 euros a cada trabajador de a flote y 820 para los de a pie, que les dará un respiro por lo menos hasta el próximo año.

Detrás del bloqueo había un motivo económico, el abono de los salarios comprometidos por Pesca a los mariscadores, y otro laboral, que viene desde el pasado septiembre con la clasificación de los principales bancos de bivalvos de la ría ferrolana como zona C de marisqueo, lo que impide a las Cofradías de Ferrol y Fene vender el producto fresco directamente en la lonja por la presencia de residuos fecales en las aguas de la ría.

La catalogación de gran parte de la ría como zona C fue impuesta por la Unión Europea tras constatar la contaminación de las aguas, que carecen de sistema de depuración para tratar los vertidos que realizan a diario más de 130.000 vecinos de los municipios de la comarca.

En las últimas semanas, Pesca y los cerca de 400 mariscadores habían llegado a un acuerdo económico por el que la Xunta se comprometía a abonarles 82 euros diarios durante los meses de diciembre y enero para paliar las pérdidas ocasionadas por el cierre de los bancos en plena campaña navideña, a cambio de que realizarán tareas de limpieza y vigilancia de los fondos marinos. Sin embargo, los mariscadores rompieron el acuerdo el pasado viernes en disconformidad con el contenido del documento de pago de indemnizaciones.