Kabila se convierte en el primer presidente electo de Congo

Joseph Kabila, de 35 años, se convirtió ayer en el primer presidente democráticamente electo de la República Democrática de Congo (RDC) desde la independencia de Bélgica, en 1960, del antiguo Zaire, y después de que una larga y penosa guerra (1998-2002) -que envolvió a varios países- se cobrara la vida de cuatro millones de congoleños. "Este momento marca el comienzo de una nueva era", declaró Kabila.

Varios jefes de Estado africanos asistieron a la toma de posesión, entre los que destacó el presidente de Suráfrica, Thabo Mbeki, patrocinador desde 2002 de los acuerdos de paz que hicieron posible la transición congoleña y la celebración de las elecciones, cuyo resultado fue reconocido por su principal rival y jefe de los rebeldes, Jean-Pierre Bemba.

La decisión de Bemba, rebajó la tensión que ha vivido el país desde la celebración de la segunda vuelta electoral, el pasado 29 de octubre, en la que Kabila obtuvo el 58% de los votos y Bemba el 42%.

La ONU -que ha desplegado en la RDC el contingente de paz más importante de su historia con 17.600 cascos azules, de los que 130 son españoles- estaba representada por el secretario general adjunto Jean Marie Guéhenno. También destacó la presencia en la ceremonia de los representantes de los enemigos de antaño, Ruanda, Uganda -el propio presidente Yoweri Museveni- y Burundi, que apoyaron abiertamente a los grupos rebeldes durante la contienda.

Kabila ejercía la presidencia del país desde 2001, poco después del asesinato de su padre y antecesor, Laurent-Desiré Kabila. Ahora su gran reto será poner en marcha un país asolado por la guerra y por el expolio de sus recursos naturales. El país que Mobutu Sese Seko gobernó con puño de hierro 32 años es muy rico en cobalto, diamantes, cobre, oro y otros minerales.

"Veo el Congo de mañana como el vehículo de orden de toda África", afirmó Kabila en su discurso de investidura. "Es el comienzo de una nueva era que debe traer bienestar y desarrollo al pueblo del Congo. Veo un Congo donde el pueblo pueda trabajar siempre", añadió. Kabila se comprometió a luchar con todas sus fuerzas por la unidad e integridad del país.