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La acusación duda de la gravedad real del estado de Pinochet

El ex dictador chileno se levantó, comió y paseó por su habitación

Jorge Marirrodriga

Mientras algunas decenas de sus seguidores siguen apostados frente al Hospital Militar de Santiago -cada vez menos-, el ex dictador chileno Augusto Pinochet se encuentra fuera de peligro después de sufrir un infarto agudo en la madrugada del pasado domingo, según informó ayer un portavoz del centro sanitario. Pinochet, de 91 años, incluso se levantó de la cama, comió normalmente y realizó algunos ejercicios de rehabilitación. Abogados de la acusación contra el ex dictador dudan de la gravedad de su dolencia.

Con la crisis de salud aparentemente superada, la polémica se centra ahora en los abogados de la acusación contra el militar por el caso de la Caravana de la Muerte; denuncian que, a la vista de la fugaz recuperación de Pinochet, se ha exagerado la gravedad de su dolencia para influir favorablemente en su situación procesal.

El lunes, con Pinochet ingresado y en estado "muy grave", un tribunal de apelaciones levantó la orden de detención dictada contra él la semana pasada y la sustituyó por libertad bajo fianza.

"He consultado a algunos cardiólogos y me han dicho que una persona que sufre un infarto de miocardio, con 91 años, un edema pulmonar y que padece diabetes, estaría muerta si efectivamente fuera real lo que pasó", dijo Hugo Gutiérrez, uno de los letrados de la acusación en el caso de la Caravana de la Muerte, un operativo de la dictadura (1973-1990) en el que murieron asesinados 75 opositores.

Los abogados recordaron cómo en numerosas ocasiones, especialmente cuando se ha enfrentado a situaciones complicadas, como citaciones para declarar u órdenes de detención, Pinochet siempre alegó motivos de salud para salir airoso.

"Me han dicho los médicos que si hubiera llegado cinco minutos más tarde al hospital hubiera muerto", replicó Marco Antonio Pinochet, hijo del ex dictador chileno, que rechazó el escepticismo creado en algunos sectores en torno al estado de salud de su padre.

Pinochet, en principio, deberá estar una semana más hospitalizado. Ni en la noche del domingo ni en la del lunes, ningún familiar se quedó en el hospital Militar para hacer compañía al enfermo.

Mientras, los abogados del general denunciaron la existencia de una persecución política contra su cliente. El ministro del Interior, Belisario Velasco, salió al paso y subrayó que el Ejecutivo "se atiene" a los boletines médicos del hospital Militar. "Eso es lo que tenemos en consideración y no creemos en ninguna otra cosa".

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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