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Las inmobiliarias españolas abren mercado en Marruecos como estrategia a largo plazo

Fadesa, Mixta África y Urbas participan en un plan de 100.000 viviendas sociales al año

Cristina Galindo

La promoción inmobiliaria es uno de los principales motores de crecimiento de Marruecos, y las compañías españolas del sector quieren participar en el negocio. Empresas como Fadesa, Mixta África y Urbas han ampliado mercado en el país vecino como una estrategia a largo plazo con el objetivo de participar en un plan de Rabat que prevé la construcción de 100.000 viviendas sociales al año hasta 2012. Junto a la promoción de pisos económicos, la mayoría de empresas construye también grandes complejos residenciales (el país recibirá 10 millones de turistas en 2010). Y es que los signos de agotamiento del mercado inmobiliario español han empujado a muchas firmas a ir a Marruecos.

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Una fuerte demanda

"Crecer en el mercado español es cada vez más complicado, y construir aquí es igual de fácil y rentable", explica un portavoz de la inmobiliaria Fadesa, una de las veteranas en Marruecos. "Están llegando bastantes empresas".

Las posibilidades para hacer negocios en un país que, según el Instituto de Comercio Exterior español, tiene un déficit de un millón de viviendas nuevas son múltiples: pisos sociales (con un precio máximo de 200.000 dirhams o 18.000 euros), pisos económicos (hasta 300.000 dirhams o 27.000 euros), viviendas libres, segundas residencias y hoteles.

La docena larga de promotoras inmobiliarias españolas que trabajan en Marruecos -en conjunto tienen construidas o en construcción más de 20.000 viviendas- pueden articular su inversión en torno a un plan del Gobierno marroquí para construir a un ritmo anual de 100.000 pisos sociales entre 2002 y 2012, y acabar con las chabolas. De momento, el programa se centra en levantar 200.000 viviendas en los primeros cinco años. Se estima que se han construido cerca de 70.000 inmuebles.

Existe otro plan para crear 15 ciudades, cercanas a las grandes metrópolis (operaciones que sacan a concurso millones de metros de suelo). Además, un programa del impulso del turismo prevé siete nuevas estaciones balneario.

Oleada de inversiones

Una de las firmas españolas veteranas en Marruecos es, precisamente, Fadesa. Su desembarco se produjo en 2002, a través de un acuerdo con el Ayuntamiento de Rabat para construir 1.500 viviendas sociales en suelo vendido por el municipio con ventajosas condiciones económicas. Su llegada marcó el inicio de la actual oleada de inversión inmobiliaria española en el país norteafricano, que se ha acelerado en el último año.

La empresa desarrolló una operación similar en Agadir, con la construcción de unas 1.100 viviendas sociales. En la actualidad, los pisos sociales (su tamaño no puede exceder los 100 metros cuadrados) en construcción rondan la cifra de 5.000, explica el portavoz. También está construyendo hoteles y complejos-balneario, como el de Saidia Raslma.

Tras el grupo gallego, llegaron otros. En vivienda económica, destaca Mixta África, una empresa creada en 2005 por Fundación Renta Corporación para cubrir las necesidades de vivienda de África. A Marruecos llegaron este año para construir 524 viviendas (una parte vivienda libre y otra vivienda económica) en Tánger. Además, la firma lleva a cabo un segundo desarrollo similar en Tetuán, con 4.200 pisos, un colegio y dispensario médico. La inversión de ambos proyectos asciende a 80 millones.

El grupo Urbas anunció en octubre la creación de una filial en Marruecos, que prevé construir 1.600 viviendas (un 30% sociales) en Tánger. La empresa catalana Fonament Sòlids ha construido 850 viviendas en Tánger (un 20% de ellas, sociales) y prevé repetir la operación en la misma ciudad. "Nuestra intención es permanecer durante muchos años; estamos muy satisfechos", explica Ignacio Otero, director de expansión internacional del grupo Urbas. "Nuestro negocio aquí es a largo plazo, tenemos carácter de estabilidad; es necesario para conocer el mercado", añade el portavoz de Fadesa.

La empresa castellonense Marina d'Or, que en la costa valenciana ha levantado una macrociudad de vacaciones, también se ha trasladado a Marruecos y ha sido adjudicataria este año de importantes parcelas de suelo en buenas condiciones económicas para la construcción de 6.300 viviendas en la nueva ciudad de Tamesna, en el sureste de Bagdad, con una inversión prevista de 148 millones. Una quinta parte de los pisos en proyección tendrá carácter social.

España se ha convertido en el segundo socio de Marruecos en intercambio comercial e inversiones (intercambios por 4.000 millones al año) y el sector inmobiliario es una oportunidad. "Las necesidades de viviendas son muy numerosas", explica el consejero económico y comercial en Rabat, Enrique Verdeguer. "Teniendo en cuenta el crecimiento demográfico, la rehabilitación de vivienda insalubre que no cesa de crecer, la demanda latente y la necesidad de modernización de las viviendas en ruinas, se estima que en el medio plazo el país necesita cerca de 2,37 millones de unidades", añade.

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Sobre la firma

Cristina Galindo
Es periodista de la sección de Economía. Ha trabajado anteriormente en Internacional y los suplementos Domingo e Ideas.

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