Huellas de la luz y la música
Pedro Almodóvar lo dijo bien claro en Varsovia: "Junto a mí, hoy se encuentran aquí tres piezas esenciales en mi vida, en mi carrera y en mi película". Se refería a Penélope Cruz, a José Luis Alcaine y a Alberto Iglesias, que momentos antes habían visto recompensado sus trabajos en Volver con los premios europeos a mejor actriz, mejor director de fotografía y mejor música, respectivamente. José Luis Alcaine (Tánger, 1938) y Alberto Iglesias (San Sebastián, 1955), dos profesionales tan prestigiosos y mágicos como discretos y tranquilos, escuchaban orgullosos y callados las palabras del director. Sonreían los dos y Alcaine cogía cariñoso la mano de Penélope Cruz.
Almodóvar no quería ser el único protagonista del encuentro. "Una de las razones por las que Penélope está más guapa que nunca en Volver es por José Luis Alcaine. Yo he trabajado con muchos operadores, pero puedo asegurar que no hay ninguno que se preocupe del rostro de los actores como José Luis. En general, el operador crea la luz, la atmósfera, pero muchas veces esa atmósfera no favorece en los primeros planos de las actrices. La belleza popular de Penélope en esta película se consiguió sobre todo gracias a la iluminación de Alcaine, la iluminó. Él se inventa una auténtica nube de luz que va siguiendo el rostro de la actriz", dijo Almodóvar.
El brillo de los ojos
Alcaine, que ha trabajado ya en cuatro películas con el director manchego, explicó: "En el cine se ha perdido ese tipo de fotografía que cuidaba de la actriz importante, la que se realizaba en los grandes estudios. Entonces sí se cuidaba realmente a las actrices. Greta Garbo llevaba su propio operador. Ahora se premian las luces de ambiente y de atmósfera pero se olvida a los actores. Se les menosprecia, no se les trata bien, no conocemos sus ojos, cuando la gran expresividad del cine está en los ojos de los actores. Me preocupa que los ojos de los actores brillen, que tengan vida, porque ellos hablan básicamente a través de sus ojos".
Si Fellini encontró en Nino Rota al músico de sus narraciones, Almodóvar lo ha encontrado en Alberto Iglesias -"no sólo es un músico excelente, es que yo no conozco a nadie con la capacidad de conectarse y de tratar de entender lo que le dicen y de cambiarlo"-. Iglesias, que fue candidato a un Oscar por la banda sonora de El jardinero fiel, de Fernando Meirelles, no quiso en ningún momento ocultar su emoción y orgullo. "Me siento un artista muy inseguro. Tengo la impresión de que cada vez parto de cero. Toda la música que he escrito ya no la tengo en la cabeza, me olvido de ella. Siempre es como volver a hacer otra música", aseguró Iglesias, quien dio algunas de las claves de su trabajo en el cine y en Volver: "Pedro me ayuda mucho. Primero con una confianza ciega en mí, y luego con orientaciones y señales que me hacen entender cuándo una música mía funciona y cuándo no. En el cine hay que ser muy preciso. Para mí, la música en el cine es un arte de la precisión y la inspiración". Iglesias encontró su inspiración para Volver en un viaje a La Mancha. "Me contagié del ambiente espiritual, mágico".
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