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APUNTES

El ministerio emplaza a Nieto a rediseñar su universidad internacional valenciana

La opinión desfavorable del Consejo de Coordinación retrasa la aprobación del proyecto

Ignacio Zafra

La universidad virtual imaginada por Justo Nieto ha tropezado con un nuevo obstáculo. Después de hallar la oposición de los rectores de las cinco universidades públicas y de todas las formaciones políticas, con la excepción del PP, el diseño de la Universidad Internacional Valenciana ha recibido una propuesta de informe "desfavorable" por parte del Consejo de Coordinación Universitaria, un organismo presidido por la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera. La relación de "incumplimientos" y "carencias" de la memoria presentada por la consejería era tan extensa que el Consejo recomendó a Nieto volver a elaborarla. De lo contrario, el dictamen oficial (que es preceptivo pero no vinculante) sería desfavorable, y resultaría imposible limpiar ese estigma antes de que las Cortes se disuelvan por las elecciones autonómicas de 2007. Lo último que le interesa a Nieto para un proyecto que no es precisamente popular.

"La memoria sólo concreta que la sede jurídica estará en el Monasterio del Puig"

La propuesta de informe de los expertos del Consejo repite, en líneas generales, todos los problemas ya enunciados por los dirigentes académicos valencianos y por los partidos de la oposición, y los amplían con consideraciones técnicas. La memoria enviada al ministerio coincide también con la información que Nieto ha proporcionado hasta ahora a la sociedad sobre la Universidad Internacional Valenciana (que la consejería llama VIU, por sus siglas en inglés).

Los expertos señalan en primer lugar la "inoportunidad" del momento elegido para crear una nueva universidad: Cuando se está "en pleno proceso de modificación de la Ley Orgánica de Universidades" y de creación de un nuevo marco de "titulaciones universitarias". Ello, prosiguen, "conllevará la modificación a corto plazo" de las bases utilizadas para diseñar la universidad, lo que afectará a "aspectos esenciales" de la misma.

El momento elegido no sólo obligará a volver a realizar el trabajo. El Decreto de enero de 2005 impide la homologación de planes de estudios y de "las titulaciones previstas para la nueva universidad". Lo que significa que, aún en el caso de que fuera creada, no podría empezar a funcionar.

Estas consideraciones, recogidas al principio de la propuesta de informe, son de oportunidad, ya que "no implican incumplimiento de la vigente normativa". Sí lo hacen, en cambio, los elementos que describe a continuación.

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Los expertos recuerdan en primer lugar que para la creación de una nueva universidad deben tenerse en cuenta las necesidades de "una ampliación de la oferta de las enseñanzas" -que serían cubiertas por el nuevo centro-; las "derivadas de la población escolar"; las "del desarrollo de nuevas ramas surgidas del avance científico", y las de "los distintos sectores profesionales". Después de examinarlas, el escrito concluye que en el caso de la universidad internacional no se detecta ninguna necesidad. De las 14 carreras previstas, por ejemplo, 12 "se imparten en alguna (o en varias) de las universidades públicas de la comunidad autónoma y en todos los casos la nota de corte exigida con carácter general es de 5 o ligeramente superior a 5".

La propuesta de informe lanza un aviso relevante. Tomando el caso de la Universitat Oberta de Catalunya -que representa el modelo que pretende repetir Nieto- señala: "No obstante de tratarse de universidades virtuales, la proyección de las mismas incide manera significativa sobre la comunidad autónoma en cuyo territorio se asienta". Es decir; por muy internacional que se denomine sus alumnos más probables serían los valencianos. En la Oberta de Catalunya, para el curso 2003-2004, 6.290 de los 8.440 alumnos eran catalanes.

La ley exige que la memoria sobre una nueva universidad, aunque sea a distancia, contenga la "descripción de los edificios (construidos o en proyecto) que albergarán tanto la sede jurídica como las distintas sedes académicas y dependencias e instalaciones previstas". "Pues bien", prosigue, "a este respecto la memoria sólo concreta que la sede jurídica de la universidad estará en el monasterio de Santa María del Puig".

Más problemas: La memoria no prevé "que sea oído el personal docente e investigador" para el nombramiento del rector; no se concretan partidas concretas para el "desarrollo de la investigación, la concesión de becas y ayudas al estudio"; "las líneas de investigación previstas son excesivamente genéricas y no guardan relación directa con la mayor parte de las enseñanzas obligatorias que impartirá la universidad". Y, en lo que parece un trabalenguas, la fundación promovida por Nieto no ha constituido todavía la segunda fundación que dotará de personalidad jurídica a la universidad.

Las conclusiones del informe del Consejo de Coordinación Universitaria no resultan vinculantes. Pero sí es obligatorio que el dictamen se emita antes de fundar una universidad. Fuentes del ministerio señalan que en algunas ocasiones se han llevado adelante centros nuevos a pesar de contar con un informe desfavorable del Consejo. Lo normal, sin embargo, es que los dictámenes sean favorables o "favorables con reparos", lo que exige pequeñas correcciones.

El conjunto del proceso es largo; "puede durar meses", según las mismas fuentes. Y ahí residen los verdaderos problemas para Nieto. La advertencia del Consejo retrasará la aprobación de la nueva universidad, al obligar, de momento, a redactar de nuevo la memoria, incluyendo algunos aspectos (como la descripción de las infraestructuras y de las sedes físicas) que no resultan fáciles de improvisar. Suponiendo que se subsanen los "incumplimientos" y las "carencias", la ley podría superar el examen del Consejo y ser aprobada en las Cortes antes de que la convocatoria de las elecciones de mayo de 2007 implique su disolución. Si no consigue el informe favorable, el consejero podría fundar pese a todo la universidad. Que nacería arrastrando una losa más.

LAS OBJECIONES A LA UNIVERSIDAD DEL CONSEJERO

No hay necesidad de nueva oferta. Las carreras propuestas ya están siendo impartidas,

en su gran mayoría, por las universidades valencianas y por centros a distancia

El momento es "inoportuno". La reforma de la LOU obligará a modificar "a corto plazo" su diseño porque se verán afectados "aspectos esenciales" de la universidad

La normativa de transición impide aprobar nuevas carreras lo que impedirá la puesta en marcha de las 14 titulaciones previstas

La memoria omite las "infraestructuras, edificios e instalaciones físicas" a utilizar

Su diseño no da respuesta a las necesidades de "los distintos sectores profesionales"

"Las líneas de investigación previstas son excesivamente genéricas y no guardan relación directa con la mayor parte de las enseñanzas oficiales que impartirá"

El informe no incluye "partidas presupuestarias concretas" para la concesión de becas

En el nombramiento del rector "no se prevé que sea oído el personal docente"

La fundación que debe crear la universidad todavía no ha sido constituida

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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