El Círculo de Economía recuerda a los políticos que el sistema educativo necesita estabilidad normativa

El Círculo de Economía, organización que agrupa a los principales empresarios catalanes, instó a los partidos políticos a pactar un marco educativo estable. "No tiene ningún sentido" que la legislación sobre educación sea modificada cada vez que hay alternancia política en el Gobierno central, aseguró el presidente del Círculo de Economía y del Grupo Planeta, José Manuel Lara Bosch.

Los empresarios hicieron público ayer un documento que enumera las diferentes reformas que, en su opinión, requiere el sistema educativo catalán y español. Entre ellas, potenciar la educación infantil -la que cursan los alumnos de entre tres y seis años- y sobre todo, la formación profesional, que no puede ser "el abrigo de quienes no llegan a la universidad", indicó Lara.

Otro reto pasa por reforzar la enseñanza del inglés, las matemáticas y la informática en la educación obligatoria. Y, sobre todo, hay que asegurar la integración plena de los alumnos inmigrantes. Lara recordó que el sistema educativo tiene que ser flexible para adaptarse a los alumnos que tienen dificultades académicas, sin que eso signifique separar a los estudiantes por su origen o sus creencias. Esta medida requiere invertir más en los centros situados en las zonas periféricas, para evitar que se formen guetos.

El Círculo de Economía también pidió a las autoridades educativas que incentiven los centros que mejoren sus resultados y que potencien el uso de nuevas tecnologías. Esta medida ha sido duramente criticada por las centrales sindicales. Los empresarios también reclaman que se cree un organismo independiente que evalúe y controle los centros educativos públicos y privados.

Por otra parte, más de 60.000 docentes que trabajan en las escuelas e institutos de titularidad pública eligieron ayer sus representantes sindicales. USTEC-STEs volvió a ser la central más votada. Este sindicato no firmó el Pacto Nacional por la Educación, el acuerdo que establecía la extensión de la sexta hora en la mayoría de escuelas públicas de primaria, entre otras medidas. Las centrales de clase UGT y CC OO suscribieron este acuerdo, considerado como una de las grandes aportaciones del gobierno presidido por Pasqual Maragall.