Educación dedicará 5 millones a una red de investigación

La consejería de Educación invertirá en los próximos cuatro años cinco millones de euros para potenciar la red de comunicaciones avanzadas I2BASK. Esta red, en la que el departamento ha invertido ya 3,5 millones, conecta ya en la actualidad a 24 entidades dedicadas al conocimiento y la investigación -universidades, hospitales, parques tecnológicos y centros de investigación científica-, a las que pronto se podrán sumar las empresas.

La red cuenta con un ancho de banda de 2,5 gigabits por segundo y un anillo principal de más de 300 kilómetros de recorrido que se complementa con unos enlaces de fibra óptica que superan los 140 kilómetros, a los que se sumarán en enero próximo otros 70 kilómetros. Además, ofrece otros servicios, como el cálculo intensivo con 56 procesadores, da soporte a videoconferencias y mantiene un campus virtual.

Todo ello agilizará el trabajo de unos 80.000 investigadores vascos y mejorará la comunicación con los centros científicos europeos, subrayó ayer el titular de Educación, Tontxu Campos, en unas jornadas sobre redes académicas y e-ciencia celebradas en el Guggenheim de Bilbao.

El consejero agregó que es una herramienta "imprescindible" para que Euskadi se incorpore a la investigación europea y será "un complemento ideal" para iniciativas como la fuente de espalación de neutrones, un gran proyecto científico europeo a cuya instalación en Vizcaya aspira el Ejecutivo.

I2BASK "vertebrará a la comunidad investigadora y favorecerá el ambiente investigador", destacó el coordinador del proyecto, Josu Aramberri.

El rector de la Universidad del País Vasco (UPV), Juan Ignacio Pérez, sostuvo que la red ofrece "condiciones de trasferencia de datos inmejorables" y destacó el "protagonismo" de los científicos de la universidad como artífices de la misma. La iniciativa se integra en el marco del Plan Euskadi en la Sociedad de la Información.

Jesús Ugalde, Javier Echeverría y José Luis Arrondo, todos ellos premios Euskadi de Investigación, detallaron las aplicaciones que tiene la investigación en red en química, biofísica y humanidades.

Durante la jornada se describieron igualmente las experiencias desarrolladas en otras comunidades e intervinieron expertos de la Comisión Europea, de la red española de I+D RedIris y que trabajan con el supercomputador MareNostrum, instalado en Barcelona.