Coldplay, con ritmo cubano
El disco 'Rhythms del mundo' impregna de sonidos tropicales canciones de Arctic Monkeys
Revisiones tropicalizadas de Coldplay, Jack Johnson y Arctic Monkeys y traducciones cubanas de Franz Ferdinand, U2 o Radiohead. Es la insólita propuesta musical de Rhythms del mundo, un disco cuyo propósito es la toma de conciencia del cambio climático. "Quizá la peor calamidad con la que nos hayamos encontrado jamás. Su impacto podría empequeñecer el de cualquier guerra, plaga o hambruna", puede leerse en el cuadernillo.
En 2004, el veterano Kenny Young, autor de canciones como Under the boardwalk, estuvo componiendo con un amigo en Sri Lanka. "Meses más tarde el tsunami destruyó el pueblo en el que yo había estado y mucha gente murió o perdió su medio de vida. Decidí hacer algo. La música cubana nunca falla para dibujarte una sonrisa y pensé que sería buena idea fusionar sus fascinantes sonidos con músicos británicos y estadounidenses famosos y canciones de pop. Con la esperanza de lograr dinero para las víctimas y sus familias", cuenta.
Kenny Young: "La música cubana nunca falla para dibujarte una sonrisa"
Canciones de Coldplay, Johnson o Radiohead mantienen las voces originales
Un mínimo de dos libras esterlinas por disco vendido -fabricado con materiales reciclados y biodegradables- se donarán a Artists' Project Earth (APE), organización "que moviliza a artistas para recaudar fondos para víctimas de catástrofes naturales como terremotos o huracanes", explica. "Se apoyan proyectos de reconstrucción de escuelas o centros médicos. Fomentamos que los materiales empleados procedan de fuentes sostenibles y que se construya de forma que sufran un impacto mínimo en caso de futuros desastres ambientales. Ayudamos a comunidades locales a reconstruir según sus requisitos y necesidades. Nunca vamos a imponerles lo que creemos bueno para ellos".
En el disco colaboran grupos como Arctic Monkeys o Franz Ferdinand, que no suelen ceder canciones. "Les dije que la música era cubana, que tocarían músicos de Buena Vista Social Club y que si no les gustaba el resultado no pondría sus cortes en el disco". No fue difícil convencer a los músicos. "Es más un problema de ciertos representantes y compañías al no poder sacarle beneficio alguno".
"Si no empezamos a actuar contra el calentamiento global tendremos un terrible impacto negativo sobre el planeta. Millones de personas morirán, millones serán desplazadas, sus hogares destruidos", afirma Young. El compromiso de los países ricos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 50% sigue sin tener fecha. Los gobiernos se hacen los remolones. "Siempre miran a corto plazo. Primero se preocupan por la economía y el medio ambiente está muy abajo en la lista de sus preocupaciones". ¿Y la acción de los ciudadanos? "No necesitamos hacer grandes sacrificios. Sólo ser conscientes del impacto en el ambiente de todo lo que hacemos", dice. Pequeñas cosas como apagar los aparatos eléctricos cuando no se están usando u olvidarse del mando a distancia.
Kenny Young vive en Taos, Nuevo México, en una casa ecológica en la que todo funciona con energía solar. Premiado por Naciones Unidas, ya coprodujo el documental Spirit of the forest, sobre la destrucción de la selva amazónica y el correspondiente disco benéfico con Joni Mitchel, Iggy Pop, Lenny Kravitz, Pink Floyd, Ramones... También Earthrise y Earthrise II, para proyectos de conservación de las selvas tropicales, con Elton John, Paul McCartney, Sting, Paul Simon o REM.
Canciones como Clocks, de Coldplay; Better together, de Jack Johnson, o High and dry, de Radiohead, mantienen las voces originales a las que se añadieron en La Habana arreglos -hay mucho chachachá- de Demetrio Muñiz y Miguel Patterson. "Insertamos ritmos cubanos bajo sus voces. Buscamos en cada caso qué ritmo se adecuaba o qué fusión de ritmos hacer para que entraran en el ambiente en que están esos números. Dancing shoes, por ejemplo, de Artic Monkeys, lleva por debajo elementos de la conga santiaguera, pero si los pones todos se enturbia tanto que no se entiende. Se sudó y se trabajó duro. A veces oyes un tema y dices 'aquí no cabe nada'. Y tienes que estrujarte la cabeza", dice Muñiz riendo. Aunque estén presentes Amadito Valdés, Cachaíto o Manuel Guajiro Mirabal, el disco no tiene el sonido de Buena Vista Social Club.
Los cubanos versionean standards: Omara Portuondo canta en español Killing me softly, la canción que popularizó Roberta Flack; Vanya Borges hace lo propio con Don't know why, el éxito de Norah Jones, y el entrañable Ibrahim Ferrer, As time goes by, el famoso tema de la película Casablanca. "Fue una despedida entre nosotros después de tantos años porque murió 10 días después. Al final me dijo 'esto es lo que a mí me hubiera gustado hacer'. Creo que fue un arreglo muy afortunado y tiene un ambiente cubano-norteamericano muy logrado. No todas las fusiones han sido tan felices".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.