Bush acusa a Siria e Irán de buscar la desestabilización de Líbano
Estados Unidos calificó ayer el asesinato de Pierre Gemayel de "acto de terrorismo" y de intimidación contra el Gobierno de Fuad Siniora; y el presidente Bush, sin establecer una relación directa, acusó a Siria e Irán de "fomentar la inestabilidad en Líbano". Nicholas Burns, subsecretario de Estado, prometió "pleno apoyo" a Siniora para impedir que triunfen "los que usan la violencia para dividir al país".
Por su parte, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo que es "un acto de terrorismo inaceptable". La muerte del cristiano libanés cuestiona el posible acercamiento de Washington a Siria e Irán con el telón de fondo de la crisis de Irak.
"Apoyamos al Gobierno de Siniora y el deseo de los libaneses de vivir en paz y en democracia", dijo Bush desde Honolulu, "y sus esfuerzos para defender esa democracia contra los intentos de Siria, Irán y sus aliados de fomentar la inestabilidad y la violencia en el país".
Nicholas Burns aseguró que EE UU "redoblará sus esfuerzos" para enfrentarse "a la intimidación", atribuyó el asesinato a "los movimientos de las últimas semanas para desestabilizar a Siniora" y dijo que "es responsabilidad de todos los países dar pleno apoyo" al primer ministro. El momento es especialmente delicado desde la perspectiva de EE UU, que ha hecho del apoyo al Gobierno democrático de Siniora una pieza clave de su política en Oriente Próximo.
Al mismo tiempo, en el proceso de revisión de la estrategia sobre Irak, una de las posibilidades que se espera que recomiende el Grupo de Estudios que dirige el ex secretario de Estado James Baker es la implicación de Siria e Irán en la estabilización de Irak (que ayer restableció relaciones con Siria).
Pierre Gemayel era una pieza importante en el bloque antisirio del Gobierno libanés, que está en el punto de mira de los chiíes de Hezbolá y sus aliados. El líder de Hezbolá reiteró el domingo sus amenazas contra el Gobierno, al que calificó de "ilegítimo" e "inconstitucional", a pesar de tener dos ministros; pero Hezbolá quiere que se forme otro gabinete en el que se amplíe su presencia para, entre otras cosas, ampliar la influencia de Siria en la política libanesa y poder bloquear el juicio internacional contra los asesinos del ex primer ministro Rafik Hariri.
El Consejo de Seguridad de la ONU estaba ayer a punto de respaldar la creación del tribunal internacional para juzgar a los sospechosos del asesinato de Hariri y otras 22 personas en febrero de 2005. La investigación sigue abierta, pero sus resultados preliminares apuntan a la implicación de los servicios de inteligencia y de seguridad sirios. Algunos países dudaron de la oportunidad de dar luz verde al tribunal "por la inestabilidad" creada tras el asesinato de Ge-mayel; para el embajador de EE UU en la ONU, John Bolton, retrasar la decisión sería "un error monumental". "¿Inestabilidad? Están matando a gente en Líbano y asesinando a sus líderes políticos".
Francia, que actúa en sintonía con EE UU en Líbano, coincidió en que se trata de un intento de desestabilización y aseguró, a través del ministro de Exteriores, Philip Douste-Blazy, su determinación de "luchar para defender la soberanía y la independencia de Líbano". Todos los miembros del Consejo de Seguridad condenaron el asesinato de Gemayel durante la celebración del debate mensual sobre la crisis en Oriente Próximo, porque consideran que dificulta el camino hacia la paz. El embajador israelí dijo que se trata de otro ejemplo del extremismo y la "realidad sangrienta" que se vive en la región.
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