El pequeño gran mercado español
Las obras de artistas nacionales también alcanzan precios millonarios en las subastas de Christie's y Sotheby's
El artista más cotizado del mundo en subastas es un español, Pablo Picasso, gracias a la obra Muchacho con pipa (85,6 millones de euros). Ha sido destronado por la espalda con las recientes transacciones privadas de obras de Pollock, De Kooning y Klimt, pero sigue siendo el más rentable del mercado de subastas. Dicho esto, y teniendo en cuenta que ni el artista malagueño ni tampoco Miró o Dalí juegan en la Liga española, vale la pena preguntarse si este nuevo auge está afectando también al mercado del arte en España, un país cuyo papel en el conjunto en cuanto a transacciones económicas no alcanza ni siquiera el uno por ciento del total. Y sí, le está afectando.
Dos pruebas. Christie's recaudó 15 millones de euros en la subasta de arte español celebrada el pasado 4 de octubre en Madrid, casi el doble de lo recaudado en la del pasado año. Récord de subasta y, también, récord de una obra subastada en España al alcanzar el cuadro Casino de París (1900), de Hermenegildo Anglada Camarasa, los 2,9 millones de euros. Superó también el millón de euros una obra de Miquel Barceló, Biblioteque avec Poe (1983), que se vendió por 1,2 millones de euros, casi rozando su récord de 1,3 millones que consiguió en 2002 con Autour du Lac Noir (1989-1990).
Por su parte, Sotheby's ha celebrado recientemente en Londres dos subastas con sendas secciones fuertes dedicadas al arte español en la que, sin alcanzar estas cifras, las ventas han sido también espectaculares. En la celebrada el pasado miércoles de pintura moderna, el arte español recaudó 5,1 millones de euros y se cantaron varias pujas históricas, siendo la más espectacular el récord de Santiago Rusiñol (Jardí de muntanya se vendió por 840.000 euros). Otros récords en la cotización en subasta de artistas fueron para Gutiérrez Solana (La cupletista alcanzó los 591.000 euros), Vázquez Díaz (Romería del Cristo de la Vega obtuvo 142.000 euros) y Ricardo Canals (Corrida de toros logró 124.000 euros). En la subasta de arte contemporáneo del 16 de octubre, un cuadro de Tàpies de 1968 (Ocre y collage en dos partes) consiguió 374.817 euros, casi la mitad del récord del artista.
Son cifras importantes para lo que es el arte español, pero tampoco es para echar las campanas al vuelo. Los 145 lotes vendidos por Christie's en Madrid no valen juntos lo que una pintura del artista austriaco Egon Schiele subastada por la misma casa el pasado 8 de noviembre en Nueva York (Einzelne Häuser, de 1915, se vendió por 17,5 millones de euros). Y, por descontado, están a años luz de los grandes récords en venta privada que se están publicitando estos días y que superan los 100 millones de euros.
Pero desde las casas de subastas las valoraciones no pueden ser más positivas. "El mercado del arte español está en auge", indica Aurora Zubillaga, directora de pintura del siglo XIX y XX en Sotheby's. "Viene creciendo desde los últimos siete años y las perspectivas de futuro son excelentes", añade. Sotheby's ha apostado por realizar las subastas en Londres porque considera que el mercado español era muy local y "las obras necesitaban salir al extranjero para acceder a una audiencia global", algo que Zubillaga considera que se está consiguiendo cuando el 40% de los compradores son internacionales. "Aunque, respecto al valor de las piezas, la proporción es a la inversa", añade. "Los extranjeros, particularmente los estadounidenses, adquieren las obras de más valor".
Precisamente aprovechando que el 60% del coleccionismo, es decir, la mayoría, es nacional, la opción de Christie's ha sido diferente. Desde hace tres años organiza su subasta en Madrid y así evita a vendedores y compradores (ambos mayoritariamente nacionales) los gastos y problemas del traslado. "Es un buen momento tanto para vender como para comprar arte español", indica Dalia Padilla, coordinadora de la subasta de arte español, para quien comienza a notarse un cierto interés del coleccionista internacional por pujar en estas subastas "regionales", aunque las grandes piezas siguen vendiéndose en Londres o Nueva York.
Gran parte del interés se concentra en el arte de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, un periodo muy querido en las conservadoras colecciones españolas, tanto las de particulares como Tita Cervera y Emilio Botín como las de corporaciones como el BBVA o la Fundación Mapfre Vida.
"La pintura española de cambio de siglo ha tenido un lugar marginal en la historia de la pintura porque no había un mercado fuerte interno", explica Tomás Llorens, que ha sido uno de los puntales como asesor de la colección de Tita Cervera. "Y esta debilidad del coleccionismo ha influido no sólo en la cotización de los artistas en el mercado, sino también en su valorización historiográfica. En Rusia, por ejemplo, en los últimos 20 años ha habido un fuerte aumento del coleccionismo interno y esto ha hecho subir el peso del arte ruso en el mercado internacional". En su opinión, en estos momentos este coleccionismo ha crecido, sobre todo el de las corporaciones y empresas -"un fenómeno bastante peculiar de España"-, por lo que este mayor interés se nota en los precios. "Otro fenómeno reciente es el de los fondos de inversión en arte, que están creciendo", añade. "He oído hablar ya de dos o tres y creo que responde a que hay dinero, el mercado inmobiliario empieza a estar saturado y los inversores buscan colocar las plusvalías de Bolsa en otros sectores".
Además del arte del finales del siglo XIX y principios del XX, esta pujanza de las ventas se nota también en el arte contemporáneo, que poco a poco está entrando en el mercado internacional de la mano de nombres como Tàpies, Chillida, Barceló, Juan Muñoz u Oteiza, que, según Sotheby's, debutó en subasta internacional el pasado octubre en Londres con la venta de la escultura Caja vacía (1958), que recaudó 132.000 euros, muy por encima de las estimaciones. Un dato este último que ha sido común en casi todas las subastas de este año, en las que se han doblado o triplicado las estimaciones, llegando en el caso de Anglada a superar 10 veces el precio de salida.
"En España ahora hay mucho dinero, y cuando el momento económico es fuerte eso repercute en las inversiones, que en España se concentran en Bolsa, inmobiliaria y arte", comenta Lourdes Fernández, directora de Arco. "Ha habido una subida espectacular del mercado en subastas que pienso que se notará también en la venta en galerías. En la última feria Freize de Londres se vendieron 45 millones de euros en cuatro días, y aunque el británico es un mercado muchísimo más fuerte que el español, creo que repercutirá también en las ventas de este año en Arco y en galerías". Lo dicho. Hay dineroy gente con ganas o necesidad de gastarlo. Otro tema es si, además, hay, realmente, coleccionismo.
Selección de los precios más altos de algunos de los principales artistas españoles
- Pablo Picasso: Muchacho con pipa (1905). Vendido en Sotheby's de Nueva York en 2004 por 82,2 millones de euros. El segundo puesto del ranking mundial es para Dora Maar con gato (1941), vendido en Sotheby's en 2004 por 75,3 millones de euros.
- Joan Miró. Portrait de Mme.K (1924). Vendido en Christie's de Nueva York en 2001 por 12,8 millones de euros.
- Dalí: Mi esposa desnuda mirando como su propio cuerpo se convierte en peldaños, tres vértebras de una columna, cielo y arquitectura (1945). Vendido en Sotheby's de Londres por 4, 3 millones de euros en 2000.
- Hermenegildo Anglada Camarasa. Casino de París (1900). vendido en Christie's de Madrid por 2.924.000 euros en 2006. - Barceló. Autour du Lac Noir (1989-1990). Vendido en Sotheby's de Londres por 1.209.850 euros en 2002.
- Tàpies. Rosa con franja negra (1963). Vendido en Christie's Londres por 552,178 euros en 2005.
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