Iberoamérica ultima un convenio para el cobro de pensiones

La Secretaría Iberoamericana, dirigida por Enrique Iglesias, confirmó ayer que 19 países de América Latina y España y Portugal ultiman un convenio de pensiones que beneficiará a casi cinco millones de personas. El acuerdo, cuyo borrador "está acordado en un 70%" y se prevé que se apruebe en un año, permitirá a los trabajadores acumular los años cotizados en todos los países en los que hayan trabajado y cobrar en el que se jubilen.

La Secretaría Iberoamericana prevé que el convenio de pensiones se apruebe en la cumbre que se celebrará en Santiago de Chile dentro de un año. A partir de allí, el pacto debe ser ratificado en cada uno de los 22 países. Cuando el proceso culmine, probablemente dentro de dos años, el convenio de pensiones será el primero jurídicamente exigible en toda la comunidad iberoamericana. Cualquier trabajador legal, autónomo o dependiente, y sus familiares, se beneficiarán del pacto.

El acuerdo permitirá a un trabajador acumular los años cotizados en cualquiera de los países iberoamericanos en lo que haya trabajado. "Actualmente, si alguien ha cotizado, por ejemplo, 10 años en España y 15 en Costa Rica, no tiene derecho a una pensión. ¿Por qué? porque en España se exigen 15 años y en el país centroamericano, 20", explica Adolfo Jiménez, secretario general de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS). "Con el convenio, si una persona trabaja cinco años en Costa Rica y otros 10 en España, ya tendrá derecho a una pensión española", añade Jiménez, quien durante años dirigió la Secretaría de Estado de la Seguridad Social.

Si un trabajador se jubila en España o Portugal y ha trabajado en algún otro país de la UE, también acumulará esos años gracias a la aplicación de los acuerdos comunitarios. Los gastos del sistema se reparten entre todos los países donde el trabajador haya cotizado, según el tiempo que ha estado empleado o ha sido autónomo. La pensión, eso sí, la paga el país donde se solicita la jubilación. Es también el sistema del país de residencia el que se encarga de gestionar todo el proceso de jubilación.

El proyecto beneficiaría, si entrara en vigor mañana mismo, a tres millones de latinoamericanos que trabajan en otros países del continente, a más de medio millón de españoles que viven en América Latina y a casi un millón de latinoamericanos afiliados a la Seguridad Social española. Ello, sin contar a los muchos centroamericanos que viven en México. En total, casi cinco millones de personas. Teniendo en cuenta cómo crece la inmigración, la cifra de beneficiados aumentará significativamente para cuando el convenio se apruebe realmente.

"El convenio es sin duda un gran logro y se hizo a buen ritmo", comentó Iglesias. "Se fraguó en la reunión de Segovia a mediados de 2005, se impulsó en la de Salamanca del mismo año y el borrador se presentó en la reciente cumbre de Montevideo [celebrada entre el 3 y el 5 de noviembre pasados]", añadió.