ELA critica el superávit del Gobierno y las diputaciones mientras "baja" el gasto social

El sindicato nacionalista ELA criticó ayer al Gobierno por practicar una política económica "de derechas" que ha situado a Euskadi muy por debajo de la media Europea en gasto social por habitante. Para ELA cerrar los ejercicios económicos con superávit cuando se registran cifras récord de endeudamiento de los ciudadanos por el coste de la vivienda demuestra que el Gobierno afronta con carácter poco social el reparto de los fondos públicos. ELA cifra el peso de los recursos sociales en Euskadi en el 19,2% del PIB, frente al 28,3% de media europea.

El sindicato mayoritario presentó ayer las conclusiones de un informe propio que ha elaborado partiendo de datos del Eustat y del Consejo Económico y Social vasco (CES). Según sus conclusiones, además de los nueve puntos de PIB por debajo de la media europea en gasto destinado a fines sociales, la presión fiscal también es inferior, y por lo general beneficia más a las rentas más altas. "Mientras que en Euskadi los impuestos representan el 31% del PIB, en Europa es ocho puntos mayor, el 39,6%, es decir 4.586 millones [de euros] anuales a favor de la media de la zona euro", criticó el secretario de política social del sindicato, Mikel Noval.

La responsable de estudios, Julene Gabiola, explicó que el Gobierno vasco cerró sus cuentas en 2005 con un superávit de 545 millones de euros, el 0,95% del PIB. Paradójicamente, según Gabiola, el Ejecutivo reduce año a año el porcentaje que supone el gasto social con respecto al PIB de la comunidad autónoma. El superávit de 2005 no supone además un hecho excepcional, ya que se vienen registrando de forma sistemática desde el año 2000. Aquel ejercicio, las cuentas del Gobierno se cerraron con 490 millones de superávit y desde entonces el total de los seis años suma 1.917 millones (ver gráfico), algo menos de la cuarta parte de los presupuestos para el año próximo.

Esa cifra se puede comparar con la partida dedicada este mismo año a educación infantil y primaria, un total de 670,1 millones. El gasto farmacéutico total asciende a 564,5 millones, mientras que las partidas para la renta básica suman 139 millones más otros 30 millones para ayudas de emergencia social.

El secretario general adjunto de la central mayoritaria, Germán Kortabarria, destacó que los números hablan por sí solos. "Estamos ante un Gobierno de derechas que se enfada cuando se lo decimos, pero practican una política puramente neoliberal", resumió.

A su juicio, esa manera de diseñar los presupuestos con déficit cero y cerrarlos con superávit tiene un significado político determinado, y es que "el Gobierno vasco, en lugar de cubrir los déficit sociales, apuesta por una política que renuncia a redistribuir la riqueza con carácter social".

En su opinión, las políticas públicas tienen que servir para hacer un redistribución rigurosa, y "este Gobierno se ha anclado en ese precepto de que cuando menos intervenga la cosa pública mejor".

Kortabarria también ofreció los datos del cierre presupuestario de las tres diputaciones. "Ellas también aplican la política neoliberal del Gobierno vasco de dejar sin cubrir necesidades sociales mientras también obtienen superávit presupuestario", criticó.

ELA cifró la media anual de superávit de las tres diputaciones en el mismo periodo de 2000 a 2005 en 416,3 millones de euros.

Estos superávits contrastan con el endeudamiento cada vez mayor de las familias vascas. El progresivo crecimiento del precio de la vivienda ha hecho que las familias tengan que dedicar un porcentaje cada vez mayor de sus ingresos al pago de los créditos hipotecario.

ELA va a analizar los presupuestos del Gobierno para 2007, que ya han iniciado el trámite parlamentario, y va a estudiar si prepara algún tipo de iniciativa que abra el debate sobre una redistribución más social de la riqueza.

"De momento ese debate sobre los presupuestos suele ser más una tragicomedia que un debate sobre lo sustancial de los fondos públicos. Un debate que debería centrarse en los beneficios empresariales y en una políticas públicas más agresivas socialmente", concluyó Kortabarria.