El 6,4% de los jóvenes entre 12 y 24 años sufren un trastorno alimentario

En Cataluña, el 6,4% de las personas de entre 12 y 24 años sufren algún tipo de trastorno alimentario, es decir, 118.100 chicos y chicas. Un total de 7.700 jóvenes padecen anorexia nerviosa, 21.500 bulimia nerviosa y el resto padece otros trastornos alimentarios pero no por ello menos graves, como la obsesión por el músculo (vigorexia), por comer sano (ortorexia) o por comer por la noche.

Las cifras, presentadas ayer por la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB), muestran que los casos advertidos se han duplicado desde el año 1998 (del 3% al 6%). Esta asociación ha visitado cerca de 500 colegios realizando charlas sobre esta enfermedad, la mayoría en aulas de tercero de ESO. La conclusión a la que han llegado es que en cada aula de 30 alumnos se han observado uno o dos casos de trastornos alimentarios.

El doctor Vicenç Turón, responsable del programa de trastornos alimentarios del Departamento de Salud, coincide con la afirmación: "En cada aula ha habido un caso de trastorno alimentario, lo hay en la actualidad y lo habrá en el futuro".

El programa de la ACAB ha permitido constatar una variación en el perfil de la enferma (mayoritariamente son mujeres). Cada vez son más las estudiantes líderes con éxito dentro del grupo, tanto por su expediente académico como por su imagen física, que sufren algún trastorno. La responsable del programa de prevención de la ACAB, Cristina Carretero, alertó del riesgo de que se dé una "contaminación" de la conducta de la persona enferma entre el resto del grupo y de que el vómito intencionado, por ejemplo, se convierta en una conducta socialmente aceptada.

Los responsables de la asociación se mostraron críticos con el papel de la Administración en la prevención y detección de estas enfermedades y reclamaron un programa específico de formación de los maestros.

'Salud y escuela'

El Departamento de Salud puso en marcha en enero de 2005 una inciativa con el nombre de Salud y escuela, que consiste en asignar un especialista del ámbito sanitario a cada colegio para abordar distintos problemas como el abuso de sustancias, los trastornos alimentarios y la educación sexual. Está previsto que en 2007 todos los institutos y colegios cuenten con su profesional sanitario.

Turón pone énfasis en un aspecto concreto: "La mejor forma de hacer prevención es lograr que las familias se sienten a comer juntas formalmente como mínimo una vez al día".