La consejera catalana de Economía tilda de “gigantesco” el reto del nuevo sistema de financiación
Alícia Romero llama a aprovechar la “sensibilidad” del Gobierno central para que Cataluña vuelva a liderar el PIB español
“El reto es gigantesco”. Con esa frase, la consellera de Economía y Finanzas de la Generalitat, Alícia Romero, ha subrayado este lunes la complejidad y a la vez ha asumido en el Parlament el mandato del acuerdo sellado por el PSC con ERC de conseguir un nuevo sistema de “financiación singular” para Cataluña. Romero ha defendido que la Generalitat ha de liderar la reforma del modelo financiero de todas las comunidades autónomas, dentro de la cual debería debatirse las especificidades de Cataluña. Y se ha vanagloriado del momento para hacerlo: el Ejecutivo de Pedro Sánchez “es sensible y empático” y el Govern del que forma parte Romero trabajará “incansablemente, tozudamente” para conseguirlo.
El nuevo Govern ha marcado así este lunes las líneas maestras de la que será su hoja de ruta económica, en la que la renovación del modelo de financiación es una de las cuatro patas, acompañando a los Presupuestos, la deuda y la fiscalidad. Y la titular de las finanzas autonómicas ha señalado un objetivo a largo plazo, que Cataluña pueda volver a ser la primera en aportación a la economía española. “Queremos recuperar el liderazgo que se perdió en 2018, cuando Madrid nos superó”, ha dicho en su presentación como consejera.
No obstante, ha querido distanciarse de Madrid. ”Somos un modelo muy diferente”, ha señalado, descartando la batalla fiscal que ha mantenido los gobiernos conservadores de la Comunidad en los últimos lustros ni aprovechándose su posición como capital. Preguntada sobre si se tomarán medidas para facilitar el retorno de las empresas que trasladaron su domicilio fiscal fuera de Cataluña durante el otoño de 2017, en pleno apogeo del independentismo catalán, ha dicho que no modificará ninguna norma y que la política para lograr ese objetivo se basará en la estabilidad institucional y la seguridad jurídica.
En cuanto al modelo de financiación, la presentación de Romero se ha centrado en dejar claro el acuerdo firmado entre socialistas y republicanos. Ha evitado hablar de concierto o de cupo y se ha remitido a la literalidad del pacto entre PSC y ERC. Ha destacado que la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) “recaude, gestione y liquide” todos los impuestos que se pagan en Cataluña, pero ha llamado a ser realistas en los periodos temporales necesarios para hacerlo, basándose justamente en el tamaño de la ATC. Ha señalado que ese organismo tiene actualmente 874 trabajadores, una cifra incluso inferior a a los 970 de la plantilla de los servicios tributarios de la Diputación de Barcelona. De ahí que haya señalado que escalar esa institución suponga un reto “gigantesco” para controlar la recaudación tributaria de Cataluña.
“Cataluña ha de liderar las grandes transformaciones de España”, ha dicho para destacar la necesidad de que iniciativa de la actualización del modelo financiero de las autonomías surja de Cataluña. Y ha hecho mención expresa que el acuerdo hubiera sido imposible hacerlo sin el concurso de ERC, que fue el partido que arrancó el acuerdo aprovechando que sus votos eran imprescindibles para la investidura de Salvador Illa.
Condonación y emisión de deuda
Romero ha explicado que todavía se trabaja con el Ministerio de Hacienda para concretar la cifra final de deuda contraída con el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) por parte de la Generalitat. Serán en torno a 15.000 millones de euros de un total de 86.000 millones en préstamos. Y ha dicho que de conseguirlo, sería posible que la Generalitat volviera a los mercados financieros para emitir deuda el próximo año.
Por lo que respecta a la fiscalidad, Romero ha apuntado la posibilidad de “revisar” algunos de los impuestos propios para ver si se pueden “mejorar”. Ha dicho que no se eliminarán, pero que quiere conocer si están sirviendo para el objetivo para el que se crearon. En todo caso, como línea general, ha afirmado que el actual Govern priorizará “una fiscalidad verde, justa y progresiva” y ha dejado claro que la presión fiscal en Cataluña es inferior a otros países europeos. “Quien tiene más, más gana y más contamina, paga más”, ha concluido, para después garantizar que se aprobará la rebaja fiscal a las rentas más bajas que ERC quería aprobar para el próximo año, además de subir la fiscalidad de los alojamientos turísticos y el impuesto a los casinos, con la mirada puesta en complicar la implantación del macrocasino de Hard Rock en Tarragona.
Este martes, el Govern prevé aprobar el techo de gasto para 2025, lo que supone el pistoletazo de salida de la elaboración presupuestaria. Ha admitido que con los 42 diputados del PSC no tiene suficiente, por lo que ha confiado que ERC y Comunes le apoyen: “Gobernaremos con mano tendida”. La intención es aprobarlos a tiempo, antes de que dé comienzo el próximo año, aunque el congreso que celebrará en noviembre ERC, con su próximo liderazgo en liza, complica unas posibles negociaciones y amenaza con postergarlas. Los socialistas confían en convencer a los republicanos asumiendo cuestiones que ellos llevaban en la ley presupuestaria para este año que no pudieron aprobar.
Horas antes de la intervención de la consellera, la viceprimera secretaria del PSC, Lluïsa Moret, ha emplazado a negociar las cuentas públicas “en paralelo” a la financiación. Así lo ha señalado después de que la portavoz del Govern dijera que la “prioridad” en estos momentos son los Presupuestos.
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