Alícia Romero será la consejera de Economía de Cataluña y negociará la financiación autonómica

La delicada negociación del nuevo sistema de financiación autonómica por parte de la Generalitat recaerá en una de las personas de más confianza del nuevo presidente, Salvador Illa. Alícia Romero (Caldes d’Estrac, Barcelona, 1976), actual portavoz del grupo del PSC en el Parlament y mano derecha del presidente, será la nueva consejera de Economía y Hacienda de la Generalitat, uno de los puestos de mayor responsabilidad en el nuevo organigrama. Romero ha sido una de las figuras clave en la negociación entre el PSC y Esquerra y ha ejercido como responsable de cuestiones económicas de su partido en el Parlament de Catalunya. Núria Parlon también ha quedado confirmada como consejera de Interior y Seguridad, según fuentes de la Generalitat, lo que la convierte en el eje de la transformación del cuerpo de Policía.

Licenciada en Derecho y en Administración de Empresa, Romero trabajó en la extinta Caixa Laietana, ahora dentro de La Caixa, pero desde 1999 —milita en el PSC desde 1996— se dedica a la política activa, cuando entró como regidora en el Ayuntamiento de Mataró para ser teniente de alcalde en 2005. Al Parlament llegó en 2012, donde ha destacado por su papel en la Comisión de Economía hasta que tomó mayor responsabilidad en el grupo en la pasada legislatura. Tras la llegada de Illa al Parlament y a la primera secretaría del partido, Romero, que fue número dos en la candidatura del 12-M, fue cobrando relevancia paulatinamente, aunque desde hace años ya asumía la cartera de Economía.

La diputada dirigió por parte del PSC el pacto presupuestario con ERC de las cuentas de 2023; y también las de este ejercicio, que naufragaron tras la decisión de los comunes de rechazar los presupuestos. Clave siempre en las negociaciones, Romero conoce a la perfección las tareas que tendrá que emprender en esta nueva etapa como consejera porque ha fiscalizado a los sucesivos equipos económicos de los últimos gobiernos catalanes y porque conoce al detalle las negociaciones y los acuerdos entre el PSC y ERC que han permitido la investidura de Illa.

A corto plazo, la incógnita es si el PSC dará un paso al frente, asumirá el texto de los Presupuestos para 2024 que elaboró ERC y si los hace suyos para llevarlos a su aprobación en el primer tramo de su mandato, aunque solo sean efectivos unos pocos meses. Sería una fórmula de mostrar que los socialistas no quieren hacer ninguna contrarreforma a la acción de gobierno de Aragonès y aprovechan las que, se intuyen, serán una de las últimas cuentas expansionistas de la Generalitat.

También a corto plazo —tendrá menos de doce meses para hacerlo— deberá superar una cuestión nuclear de lo que será esta legislatura si el PSC quiere seguir contando con los apoyos de ERC y los Comunes: aterrizar la propuesta para que Cataluña cuente con un modelo de financiación singular con el esquema de su desarrollo y, sobre todo, fijar la fórmula para que a partir de 2026 la Generalitat tenga la capacidad de recaudación del impuesto de la renta.

Ambos temas deberán ser desarrollados de la mano de ERC y del Ministerio de Hacienda con la oposición de los líderes regionales del PSOE y del PP. Su ejecución es una incógnita, puesto que es una asunción de última hora de los socialistas. Asimismo, sobre su Departamento de Economía y Hacienda recaerá la negociación con el Gobierno para condonar los 15.000 millones de euros de deuda del Fondo de Liquidez Autonómico, a lo que se comprometió Pedro Sánchez en noviembre.

En el día a día de su gestión también tiene otras carpetas: impulsar la reforma del tramo catalán del IRPF (hasta que lo pueda gestionar totalmente la Generalitat) para rebajar el gravamen a quienes tienen ingresos inferiores a los 35.000 euros, activar partidas presupuestarias para construir 50.000 viviendas (deberá buscar fondos en Europa) y una enmienda a la política del PSC hasta ahora: subir los impuestos al juego del 10% al 55% para hacer imposible el macrocasino de Hard Rock en Salou.

Illa está ultimando la composición de su gabinete, del que se conocen hasta ahora tres consejeros: el de Romero; el de Presidencia, Albert Dalmau, gerente del Ayuntamiento de Barcelona y mano derecha del alcalde Jaume Collboni; y el de Interior, Núria Parlon. La actual alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet y portavoz del partido asumirá esa cartera que se denominará de Interior y Seguridad y que cobra especial relevancia tras el fracaso del despliegue de los Mossos d’Esquadra para detener este jueves al expresident Carles Puigdemot. Amante de los temas de seguridad, Parlón se ha distinguido en su municipio, en el que ha encadenado mayorías absolutas, por darle a esa área una especial relevancia. Su plan es ascender al mayor José Luis Trapero, ahora apartado de la cúpula. Además de estos tres nombramientos, han trascendido otros dos: Javier Villamayor, hasta ahora coordinador general de la Diputación, será secretario del Govern; y Eduard Rivas, alcalde de Esparraguera, jefe de gabinete del presidente.

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