Illa cumple un mes en el Govern con solo uno de cada tres directores de departamento nombrado

El Govern de Salvador Illa ha cumplido ya un mes de andadura y sigue trabajando para intentar completar su organigrama. El Consell Executiu de este martes aprobó un paquete de 20 nombramientos de cargos del llamado sottogoverno, un aumento en el ritmo de incorporaciones pero que sigue lejos de ser suficiente para llenar la estructura de más de 360 cargos que constaba en el anterior ejecutivo de ERC y que muy posiblemente sea modificado también por los socialistas. Mientras que prácticamente todo el personal eventual -asesores, jefes de gabinete, de prensa, etcétera- ya está designado, el nuevo Ejecutivo sigue con grandes lagunas en el importante cuerpo de secretarios, el cuarto nivel de mando dentro de los departamentos. En la pasada estructura había 87 y los de Illa solo han fichado de momento 30. También hay desigualdades significativas entre áreas: Educación y Derechos Sociales, por ejemplo, tienen casi completas sus estructuras; mientras que los departamentos de Unión Europea y Acción Exterior e Investigación y Universidades tiene más nombres aún en blanco.

Una revisión a los nombramientos anunciados tras las reuniones semanales del Govern y los ceses y designaciones publicadas en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC) hecha por este diario permite conocer el real avance en la puesta en marcha de la nueva estructura. El primer nivel de la dirección se completó la primera semana, con la elección de los 16 consejeros el pasado 10 de agosto. El día 27 de ese mes, en el primer Consell Executiu, tras la pausa estival, se nombraron los número dos de los departamentos, los secretarios generales. Illa diseñó un Ejecutivo con dos áreas más (Deportes y Política Lingüística) y es muy posible que los otros departamentos se reorganicen también, con lo cual cambiará el reparto de altos cargos y eventuales que se usó en el mandato de Pere Aragonès.

El tercer nivel de mando, el de los secretarios, ha avanzado considerablemente con los nombramientos de este martes. De los 28 que figuran en la estructura que utilizaban los republicanos, se han llenado 23. El vacío sigue estando en los secretarios: de 87 solo se han llenado 30. El reparto de estos cargos también deja ver cierto desequilibrio entre las diferentes áreas. Entre las estructuras más avanzadas está Educación. Con nueve direcciones, seis ya tienen responsable. Un caso similar pasa con Derechos sociales: seis de ocho ya están llenas.

Al otro lado de la lista están los departamentos de Unión Europea y Acción Exterior. Allí solo están nombrados, a parte del consejero y su número dos, cuatro asesores del personal eventual. Ese área tiene una secretaría y cinco direcciones. En Interior, de cinco direcciones, solo hay una con responsable: la Josep Lluís Trapero (Dirección General de la Policía). Territorio solo tiene dos directores de 10 que fija la estructura (el de cambio climático y el de transportes). Universidades está prácticamente vacío, salvo el personal eventual.

En el pleno de la semana pasada en el Parlament, el jefe del Govern sacó pecho de los 60 nombramientos que había hecho. “Todavía quedan muchos pendientes, tengan también ustedes presentes que el mes de agosto no facilita ese trabajo”, se excusó Illa ante los diputados, cuando comparecía para explicar la estructura del Ejecutivo. Sin embargo, la tardanza en formar ciertos equipos sí generó críticas por parte de una parte de la oposición. El más ácido fue el jefe de filas de Junts per Catalunya, Albert Batet, que le afeó que pese a haber creado un “Govern a la sombra” para hacer oposición al Ejecutivo independentista -primero de coalición entre Junts y ERC y después monocolor republicano- se haya hasta tardado casi un mes en nombrar a los número dos de los departamentos, los secretarios generales. La semana pasada, la secretaria de ERC, Marta Rovira, reclamó al president que cesara ya a los altos cargos del anterior Ejecutivo.

La propia portavoz del Govern, la consejera de Territorio Sílvia Paneque, se mostró confiada en que en las “próximas semanas” se podrá completar el llamado sottogoverno. Y descarta cualquier tipo de improvisación en la elección de los nombres. Fuentes del PSC aceptan que sí ha habido cierta dificultad para encontrar responsables, pero lo achacan a que los socialistas se encuentran en un momento dulce en tanto su hegemonía política. Con cuotas de poder tan altas, elegir ha implicado organizar un complejo sudoku de mover piezas entre diferentes administraciones.

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