El teatro que Chéjov no llegó a escribir

La historia de Afterplay es de ésas con las que se puede fascinar a cualquier aficionado al teatro, y a los que no lo sean, pues se les ofrecen suficientes alicientes como para empujarles a la sala pequeña del Teatro Español de Madrid, donde hoy se estrena la obra del irlandés Brian Friel, con dirección de José Carlos Plaza e interpretación de los actores Blanca Portillo y Helio Pedregal.

Afterplay, en versión castellana de Juan Caño, quien tuvo la idea del proyecto, reúne en el escenario a dos personajes chejovianos, 20 años después de que sus vidas se pararan en el final de las obras del gran autor ruso. Blanca Portillo es Sonia, la sobrina de Tío Vania. Helio Pedregal es Andréi, el hermano de Las tres hermanas. Ambos personajes resucitados por Friel son rescatados de dos obras que Anton Chéjov escribió en 1897 y en 1901 para la Compañía Teatro del Arte que dirigía Stanislavski.

Plaza: "Es una historia de soledad, llena de amor, de sentido del humor, de ternura"

La sombra del gran director ruso, creador del más famoso método de interpretación teatral, es larga y también planea sobre este montaje. De hecho, ayer Plaza confesó que su maestro William Layton (el introductor del método Stanislavski en España, que falleció en 1995) había estado muy presente en todos los ensayos: "Este montaje es el resultado de su trabajo en España; estoy viviendo un viaje a mis raíces y haciendo un homenaje a Layton", comentó el director, quien aseguró que era una gran alegría que hayan sido dos actores los que han llamado a un director, y no al revés como suele ocurrir: "Eso ha hecho que surja una estupenda relación de igual a igual", dice Plaza de este montaje que han producido con Entrecajas los actores y el traductor.

"Estamos ante una historia de soledad, de encuentros y desencuentros, llena de amor, de sentido del humor, de ternura, y la hemos contado en un no espacio escénico, ya que hemos recuperado la desnudez del teatro. Lo que han logrado Portillo y Pedregal es una filigrana escénica y un alarde actoral como pocas veces se ha visto en España", dijo Plaza. Caño matizó afirmando que el montaje es muy cinematográfico: "Han conseguido con la escenografía y el vestuario que el espectador siga la función a través de primeros planos".

La actriz Blanca Portillo sostiene que tanto ella como Pedregal tuvieron claro que necesitaban a Plaza para poner en pie la obra: "Tenía que ser alguien que supiera diseccionar el mundo del actor", y añade Pedregal: "En este momento y en este país no había nadie con quien tirarse al abismo que no fuera él". El actor Helio Pedregal afirma que la obra le enganchó nada más leerla y lo que le ha terminado de abducir es que el montaje puede interesar mucho a los espectadores que no conocen a Chéjov ni su teatro: "Y para los demás Friel hace una magnífica propuesta, sin olvidar que el teatro sólo tiene sentido si aporta algo a la vida cotidiana. Mi personaje es un hombre que quiere vivir y que convierte su fracaso en un hecho vital porque demuestra que en la oscuridad también hay placer, porque forma parte de la vida y es terrible negarse a eso".

Friel junta a los personajes "en un imposible café y les hace caminar por sus recuerdos", señala la actriz, que tiene claro que en parte este texto es un chéjov, aunque lo haya escrito un irlandés: "Aquí los personajes son también antihéroes y perdedores". Y añade Caño: "Y hay un punto de partida pirandelliano porque estamos antes dos personajes que van a la búsqueda del autor". Pedregal concluye: "Pero de lo que se va a hablar es de las familias y da lo mismo que éstas pertenezcan a las obras de Chéjov o al vecino de al lado".