Almunia alerta de que una caída del precio de la vivienda pone en riesgo el crecimiento

La posible bajada del precio de los inmuebles, junto al creciente endeudamiento de las familias para la compra de vivienda, constituye uno de los riesgos más serios que amenazan el crecimiento de la economía española. Joaquín Almunia, comisario europeo de Asuntos Económicos, lanzó ayer serias advertencias por el riesgo que supone para España, Holanda, Irlanda y Portugal la evolución del endeudamiento, dada la tendencia alcista de los tipos de interés. De momento, el crecimiento español se mantiene, con un avance del 3,8% en el tercer trimestre, según el Banco de España.

Al analizar la situación de la vivienda, Almunia alerta del riesgo que supone para las familias el creciente esfuerzo que realizan "por la compra de un bien que puede estar sobrevalorado en los actuales precios". El comisario hizo estas manifestaciones durante la presentación de las previsiones de otoño para Europa.

El informe señala el incesante aumento de la deuda familiar para comprar viviendas. En España alcanzará el 101% del producto interior bruto (PIB), en 2008, frente al 81% en 2006. En Holanda e Irlanda es aún peor. La deuda familiar alcanzará el 140% y el 125% en 2008, respectivamente. Si la comparación se efectúa en relación con la renta disponible de los hogares es más inquietante. Para dentro de dos años, la deuda familiar para la compra de inmuebles ascenderá al 161% de la renta disponible. Una situación sólo peor en Holanda (289%) o Irlanda (228%).

Almunia señaló que la situación era especialmente arriesgada para algunos países por la fuerte proporción de hipotecas con tipos de interés variables, que van a acusar más negativamente la prevista alza de tipos. En España, las hipotecas a tipo variable representan el 89% del total, frente al 51% en la zona euro. Para el comisario, si continúa el endeudamiento "la situación de la economía española será cada vez menos sostenible".

La Comisión analiza también los riesgos del mercado inmobiliario en Estados Unidos, donde los precios han crecido un 50% desde 2001. El informe destaca que el riesgo de un estallido de la burbuja ha aumentado, lo que podría afectar al mercado europeo.

El texto, no obstante, modera los riesgos para España, al señalar que los impagos de hipotecas se mantienen a los niveles más bajos de la historia. Y el diferencial de inflación con la zona euro se reducen en la medida en que se modera el precio de la energía.

Mientras los riesgos se plasman en cifras, la economía española ha avanzado un 3,8% en el tercer trimestre del año, según el Banco de España, que ayer publicó su boletín de octubre. De confirmarse el dato (el primer avance oficial se conocerá el próximo 14 de noviembre), se trataría del crecimiento más elevado desde finales de 2001, alentado por la fortaleza del consumo y la inversión y la mejora del sector exterior. En el segundo trimestre, la economía avanzó un 3,7%.

Gasto familiar

Tras varios meses de leve desaceleración, el gasto interior ha vuelto a registrar "una relativa pujanza". Ésta obedece al buen comportamiento del gasto familiar, al que augura un buen final de año. "La sustancial reducción de la inflación en los últimos meses debería mejorar el poder adquisitivo de la renta de los hogares", asegura el boletín.

El otro motor de crecimiento de la economía, la construcción, tampoco parece dar muestras de agotamiento. El dinamismo "podría continuar en los próximos meses". Por tipo de construcción, es la residencial la que muestra mayor fortaleza, mientras la civil permanece estable.

El Banco de España refleja menor preocupación que la Comisión Europea por la situación financiera de las familias. Este organismo se muestra optimista respecto al mercado inmobiliario, que tiende a "una desaceleración que refuerza la verosimilitud de un escenario de ajuste ordenado y gradual en este mercado". Pese a todo, crece la presión financiera de los hogares (el endeudamiento representa ya el 120% de la renta disponible). Así, las familias están "cada vez más expuestas a variaciones adversas", algo "especialmente relevante en escenarios de desaceleración del valor de la vivienda y de incremento de los tipos de interés".