La filial en Madeira del Espírito Santo creó un entramado para ocultar 1.800 millones
Hacienda y Anticorrupción rastrean en seis paraísos fiscales el origen y destino del dinero
Una filial del Banco Espírito Santo (BES) en Funchal, en la isla portuguesa de Madeira, supuestamente creó sociedades tipo trust no residentes en España con el presunto propósito de ocultar el origen de al menos 1.800 millones de euros que habían sido ingresados en bancos españoles. Gran parte de los fondos de estas sociedades en España están vinculadas al grupo asegurador Cahispa, algunos de cuyos empleados y directivos eran los encargados de gestionarlos. El origen del dinero está siendo rastreado en seis paraísos fiscales como Andorra, Luxemburgo o Gibraltar.
Los investigadores difundieron ayer una nota sobre la Operación Suéter, donde explican que han desarticulado "una trama empresarial presuntamente creada para ocultar el origen y pertenencia de grandes fondos de dinero depositados en entidades bancarias españolas en cuentas de no residentes". La trama, según la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, ocultaba la procedencia del dinero, ingresado en bancos españoles, que salía del país a través de un entramado de cuentas, "cuyos titulares eran sociedades tipo trust [de aseguramiento de patrimonio] creadas en Madeira y otros países".
El dinero era transferido a otras entidades bancarias de otros países, para volver a entrar en España, vía Luxemburgo, "pero ya a nombre de sociedades no residentes". Muchas de estas sociedades fueron creadas por una filial del BES en Madeira, cuyo titular es distinto del banco. Esas empresas ocultan a su verdadero dueño y tienen a un testaferro al frente. Las sociedades tipo trust, una vez utilizadas, se vendían. La investigación, entre otros asuntos, pretende determinar si el BES, dentro o fuera de España, "ha facilitado esas estructuras societarias" a la trama.
Los investigadores aseguran que en el caso del BES y del BNP-Paribas, la pesquisa pretende "determinar el origen y canalización de estos fondos por clientes de ambas entidades". Los principales investigados por este asunto son el presidente de Cahispa, Arturo Guillo, y uno de sus empleados, Leandro Javier Kremen Slipacob, quien figura como administrador de varias de las empresas no residentes investigadas.
Dichas empresas están siendo rastreadas en Lienchestein, Andorra, Madeira, Gibraltar, en territorios de soberanía holandesa, entre otros paraísos fiscales. Las autoridades españolas ya han pedido la colaboración de las portuguesas para la investigación en la filial del BES en Madeira. La pesquisa correspondería al Departamento Central de Investigación y Acción Penal.
Todos los registros
La Guardia Civil precisa que, además de las sedes del BES, de la sociedad Cartera Meridional, dos despachos del BNP-Paribas en Madrid y la sede de Cahispa en Barcelona, también registró la vivienda del presidente de la aseguradora, Arturo Guillo, y dos pisos de la sociedad Mudemi 1, SL, propiedad de Guillo.
Pese a que los investigadores insisten en que se ha ordenado un embargo de cuentas por valor de 1.800 millones, el BES aseguró ayer que sólo se han intervenido cuentas con 5,5 millones. El BNP precisó que no tiene cuenta alguna intervenida y que sólo se investigan movimientos de un cliente no residente. Por su lado, Cartera Meridional explica que lo que se investiga es una ampliación de capital, ejecutada a primeros de año, que ha cumplido todas las obligaciones legales.
La operación contra un presunto circuito de blanqueo de dinero y evasión fiscal no ha sorprendido a las autoridades portuguesas, que hace un año lanzaron la Operación Furacâo con acusaciones idénticas contra varias entidades bancarias, a cuya cabeza figuraba el BES. Según la prensa de Lisboa, el fiscal Jorge Rosário Texeira, instructor del caso Furacão, sigue atentamente el caso Suéter y está listo, si fuera necesario, para investigar a la sucursal del BES en el paraíso fiscal de Madeira.
La Operación Furacão fue lanzada en octubre por dicho fiscal tras investigar a un grupo de empresarios que supuestamente creaban empresas y utilizaban cuentas (del BES y otras instituciones financieras como el Millennium BCP o el Banco Português de Negócios) para blanquear capitales y evadir impuestos a través de Madeira.
El nombre Espírito Santo, un banco con sucursales en Islas Caimán, Madeira y Nassau (Bahamas), ha estado ligado en los últimos tiempos a casos notorios de corrupción. En julio de 2005, un informe del Senado de EE UU reveló que Augusto Pinochet, el dictador chileno, tenía cuentas secretas en el BES de Miami. Ese mismo mes y año, el semanario lisboeta Expresso publicó que el presidente de Angola, José Eduardo dos Santos, ejerció su influencia para que el Grupo Espírito Santo entrara en la explotación de diamantes del país.
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