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Reportaje:

Pulso entre maestros

Las fotografías más íntimas de Man Ray y la mirada exótica de Marc Riboud figuran entre las 26 exposiciones que ofrece Valencia

Ferran Bono

Man Ray aceptó la invitación del poeta Paul Éluard de pasar juntos unas vacaciones con Picasso, Dora Maar y otros amigos. El fotógrafo acudió con su compañera Ady e inició al pintor malagueño en las innovaciones fotográficas de entonces, además de inmortalizar aquel encuentro, que se repetió al año siguiente. Son imágenes de 1936 y 1937 apenas conocidas, porque formaban parte del archivo personal del gran artista vanguardista. En él se guardaban también desnudos inéditos de Ady, que resaltaban la belleza de la bailarina mulata. Ahora todas estas fotografías de la colección privada Goldberg d'Afflitt (y otras de gran interés) se pueden ver en la exposición Man Ray. Luces i sueños, del Museu Valencià de la Il.lustració i la Modernitat (Muvim).

ValènciaFotogràfica 2006 reúne todo tipo de imágenes, consagradas así como anónimas

El museo es el epicentro de un terremoto fotográfico que está sacudiendo el otoño de la ciudad con 26 exposiciones. Se trata del ambicioso ValènciaFotogràfica 2006, promovido por el Muvim, en el que participan otras instituciones y al que se han unido algunas entidades privadas.

Hay de todo. Grandes nombres de la fotografía y promesas que buscan su camino; austeridad en blanco y negro y explosión de color; técnicas decimonónicas y digitales. Desde las primeras imágenes de la China de Mao, que tomó el gran veterano de la Magnum Marc Riboud, hasta las escenificaciones familiares del pujante Mira Bernabeu, pasando por el retrato fijado de la movida madrileña por Jordi Socías. También hay fotos anónimas, algunas muy conmovedoras. Son las que reflejan las vidas de los soldados de la Guerra Civil española en el frente, en el estudio, la calle... expuestas en el Colegio Mayor Rector Peset de la Universitat de València. Impactante es también la selección de la notable colección de fotografía de Rafael Tous, que alberga la Universidad Politécnica; e interesante puede ser comprobar cómo Sorolla se inspiraba en las fotografías en muchas de sus composiciones pictóricas.

La mayor parte de las exposiciones ya se han inaugurado; otras lo harán próximamente. Se han aunado numerosas voluntades, partiendo de la Diputación de Valencia y pasando por la Generalitat, para crear un gran escenario fotográfico con el fin de recuperar e impulsar este arte en la ciudad. La nueva ópera diseñada por Calatrava, el Palau de les Arts, también participa con las fotografías de Carles Francesc, que ilustran libremente el Fidelio, de Beethoven.

Si en la variedad está el gusto, ValènciaFotogràfica ofrece un menú para todos, sin olvidar la reivindicación de los trabajos autóctonos como Antonio García. De modo que la mirada de Riboud sobre Estambul (en la Fnac) comparte proyecto con las fórmula 1 de la vela por Nico Munera (en Fundación Chirivella Soriano) o con la combinación de las ciudades y paisajes de Plossu en diálogo con los cuadros de Marcelo Fuentes. Estas últimas imágenes se exhiben en el Muvim, así como la espléndida serie de China, que llega hasta la actualidad, de Riboud y que merece así dos exposiciones.

Además, otras iniciativas se han sumado al recorrido expositivo, que se detiene así en un antiguo y restaurado granero renacentista. Ahora l'Almudí conserva y exhibe la intensa mirada de una niña de ojos verdes que captó por casualidad Steve McCurry para National Geografic y que ha dado la vuelta al mundo, sin que ella lo supiera hasta mucho después.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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