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El PSE pide visibles contrapartidas económicas para pactar las cuentas

El PP se desmarca ya por su desacuerdo con las aportaciones forales

El grupo socialista ha transmitido ya al Gobierno esta semana que su respaldo al proyecto de ley de presupuestos de 2007, que tiene que llegar a la Cámara el martes, dependerá de que haya contrapartidas económicas sustanciales y visibles. El PSE quiere diferenciar el contenido de esta negociación del ejercicio, más político, dicen, que realizaron el año pasado y no admitirán que el propio Ejecutivo minimice el acuerdo si se alcanza.

Los primeros contactos del Gobierno en busca de respaldo a las cuentas para el año próximo se han producido esta misma semana, aunque los grupos aseguran que han recibido una información aún muy superficial.

El Ejecutivo tiene, al parecer, por cerrar todavía algunos flecos de la negociación interna entre sus tres socios y por eso la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, se la limitado a unas breves citas con la oposición, a la que ha entregado una exposición muy genérica de las orientaciones del proyecto de ley, contenidas en un par de folios. "En realidad, es sólo un resumen de las líneas generales que presentó en julio", aseguraron ayer a este periódico fuentes socialistas.

Esos mismos medios señalaron que la negociación de este año será muy diferente a la de las cuentas para 2006. "Entonces se quiso enviar un mensaje de tranquilidad y seguridad a los ciudadanos, después de un periodo muy largo de inestabilidad presupuestaria", afirmaron.

En esta ocasión, la estrategia socialista pasa por arrancar al Gobierno contrapartidas económicos más sustanciosas y visibles, como las que puede exhibir el PNV de su respaldo a los Presupuestos Generales en el Congreso de los Diputados. El PSE asegura que no ha cuantificado aún en cuánto debería el Ejecutivo modificar sus partidas, puesto que la oposición no tiene aún el proyecto en sus manos, sino únicamente una idea genérica de él, pero las fuentes consultadas insisten en que los cambios tendrán que ser importantes y centrados en políticas sociales.

El convencimiento de que el acuerdo del año pasado se reproducirá es general, pero el PP fue ayer incluso más lejos al afirmar que las cuentas están ya pactadas entre el Gobierno y los socialistas. Además, su portavoz en la materia en la Cámara, Antón Damborenea, apostó por que el respaldo de los socialistas será "a cambio de nada".

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Los populares adelantaron ya su rechazo a las cuentas y lo fundamentaron, no en el contenido del proyecto que presente la vicelehendakari, sino en los ingresos del Gobierno que acordó hace diez días el Consejo Vasco de Finanzas, con la reserva de las diputaciones de Álava y Guipúzcoa.

Zenarruzabeitia conoce ya esta postura del PP, porque Damborenea se la comunicó en la reunión que ambos mantuvieron el lunes pasado. Pese a ello, el portavoz del grupo parlamentario, Leopoldo Barreda, dijo que su grupo no se cierra a nuevos encuentros con la vicelehendakari, pero advirtió de que difícilmente pueden estar de acuerdo en la distribución del gasto si cuestionan los ingresos.

Lo "extraordinario" de la recaudación de este año, hace posible, a juicio del PP, que el Gobierno reparta de otro modo, dando más dinero a diputaciones y ayuntamientos, sin sufrir perjuicio él mismo, puesto que no contaba con tantos ingresos.

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