El Gobierno británico limita la entrada de trabajadores de Rumania y Bulgaria
Blair restringe el acceso de los nuevos socios de la UE al mercado laboral del Reino Unido
Los Gobiernos del Reino Unido y de Irlanda anunciaron ayer la imposición de trabas al libre acceso de los trabajadores de Rumania y Bulgaria cuando estos países sean socios de pleno derecho de la Unión Europea, el próximo 1 de enero. Se trata de un cambio radical en la política de puertas abiertas a los trabajadores del Este, que ambos países y Suecia adoptaron en 2004 con la llegada de 10 nuevos socios. El cambio se debe, sobre todo, a la avalancha de trabajadores que han llegado al Reino Unido desde la ampliación: más de 600.000 en dos años, 20 veces más de lo previsto por el Gobierno.
Aunque las condiciones que deberán cumplir rumanos y búlgaros son relativamente flexibles, las restricciones suponen un giro de 180 grados en la política de puertas abiertas aplicada en mayo de 2004. Entonces, Londres impuso el único requisito de que los ciudadanos de los nuevos Estados miembros que querían trabajar en el Reino Unido se inscribieran antes en un registro específico. Sólo Irlanda y Suecia siguieron la misma estela, aunque las restricciones iniciales fueron luego eliminadas en países como España, Italia, Finlandia y Portugal.
Según las cifras divulgadas en agosto pasado por el Gobierno, en los dos primeros años tras la ampliación se inscribieron 600.000 trabajadores (además de 36.000 familiares dependientes), sobre todo polacos, dejando en ridículo las estimaciones del Gobierno de que sólo llegarían al país unos 15.000 trabajadores al año. Aunque la economía británica ha absorbido bien esa repentina fuente de mano de obra barata, los servicios sociales -en especial sanidad y educación- han sufrido problemas de ajuste en algunas zonas y la industria ha advertido de que no está en condiciones de asumir una nueva avalancha de buscadores de empleo.
En consecuencia, el Ministerio del Interior anunció ayer que, aunque los nacionales de Rumania y Bulgaria tendrán derecho a circular libremente por el Reino Unido cuando en la medianoche del próximo 31 de diciembre se conviertan en ciudadanos comunitarios, sólo tendrán derecho a quedarse a trabajar si cumplen determinadas condiciones. Éstas son las condiciones:
- Supercualificados. Podrán trabajar sin ningún tipo de trabas las personas que se acojan al actual programa de captación de cerebros, que hasta ahora ha beneficiado a unas 100 personas que destacan por sus especiales condiciones de excelencia profesional.
- Cualificados. También podrán trabajar libremente aquellos empleados especialmente cualificados que tengan un contrato de trabajo para cubrir puestos para los que las empresas británicas no encuentran empleados en la actual fuerza laboral del país.
- Poco cualificados. Los trabajadores poco cualificados no tendrán derecho automático a trabajar en el Reino Unido, aunque el Gobierno espera que tengan preferencia respecto a los originales de países terceros para cubrir las necesidades de empleo de la economía.
- Agricultura y hostelería. El Gobierno reserva para búlgaros y rumanos el programa específico que hasta ahora permitía la entrada de trabajadores de países terceros para cubrir casi 20.000 empleos en la agricultura y la industria de procesamiento de alimentos.
- Autoempleo. De acuerdo con los tratados de adhesión, ningún Gobierno europeo puede impedir que rumanos y búlgaros vivan en cualquier país comunitario en calidad de autoempleados. La oposición teme que éste sea el agujero por el que podrán entrar los trabajadores de los nuevos países miembros, al tiempo que los sindicatos temen que el autoempleo sea una manera de explotar a quienes no pueden establecerse legalmente para trabajar en el Reino Unido.
- Estudiantes. Los estudiantes podrán seguir trabajando media jornada si están matriculados en un centro de reconocido prestigio.
El Gobierno británico estima que con estas medidas no se establecerán en el país más de 30.000 trabajadores de los dos nuevos socios de la UE y hará una evaluación anual de la situación para decidir si modifica las restricciones. De acuerdo con los tratados de adhesión, los actuales socios pueden imponer restricciones durante siete años.
Irlanda también impondrá restricciones y ha decidido mantener el sistema de permisos de trabajo para que rumanos y búlgaros puedan participar en su mercado laboral, aunque tendrán preferencia respecto a los trabajadores de países que no pertenecen al Espacio Económico Europeo. El Gobierno ha justificado su decisión por "el significativo flujo de inmigrantes que ha vivido Irlanda desde mayo de 2004". "El Gobierno cree que en esta ocasión es apropiado poner límites, ser cautos y concentrarse en las necesidades creadas por la integración de los que ya han venido a vivir a Irlanda".
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