La M-30 verde tardará cinco años en construirse

En la primavera de 2007, pocos días antes de las elecciones municipales, cuando el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón inaugure la M-30, no habrá apenas un árbol en la zona del río. Ginés Garrido, el arquitecto paisajista ganador del concurso fallado en noviembre de 2005, ha explicado que se tardarán cinco años en hacer la alfombra verde: "Primero habrá que enterrar los coches, luego tirar la actual M-30 y a continuación comenzaremos nosotros a trabajar". En algunos puntos de esta vía de circulación se ha comenzado a trabajar, como en la avenida de Portugal, pero hasta que las máquinas y los obreros no acaben con la obra de ingeniería no podrán comenzar los trabajos de ajardinamiento.

La vía de circunvalación se inaugurará en primavera sin zonas ajardinadas

La elección de las especies arbóreas ha estado condicionada a la obra de ingeniería

El proyecto incluye plantar 55.000 árboles a lo largo de 120 hectáreas

Garrido ganó el concurso, dotado con 450.000 euros, al que también acudieron el arquitecto francés Dominique Perrault, el estadoudinense Peter Eisenmann y los suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron además del madrileño Juan Navarro Baldeweg, entre otros. Ahora el proyecto está redactado pero pendiente de un Plan Especial para que las obras se aborden en su totalidad.

El arquitecto es muy crítico con la M-30. "Las prisas no son buenas. Al final una ciudad puede con todo y quedará bien, pero una obra así se tendría que haber hecho de otra manera".

La M-30 verde está divida en 10 grandes zonas: la avenida de Portugal, el Salón de Pinos, jardines del Puente de Segovia, jardines del Puente de Toledo, Casa de Campo, parque de la Arganzuela, Jardines de la Virgen del Puerto, los puentes, Aniceto Marinas y el paseo de la Virgen del Puerto.

Cada uno de estos espacios tendrá una personalidad propia, aunque un nexo común. La elección de todas las especies arbóreas ha estado condicionada por la obra de ingeniería. "Los túneles han restringido algunas de las posibilidades", ha explicado Garrido. Así, por ejemplo, en los terrenos de la avenida de Portugal, donde además de túneles se construirá un aparcamiento, no se podrán plantar árboles. En ese espacio los paisajistas han optado por sustituirlos por grandes maceteros en los que se pondrán cerezos, concretamente 700 de cuatro especies diferentes que se alternarán con bancos corridos.

Los plátanos y los pinos serán las especies que más abundarán. "Los pinos no necesitan mucho terreno para arraigar, con 1,50 ó 1,70 metros de profundidad sobre los túneles es suficiente. Además, son especies que consumen poca agua". Habrá una zona específica dentro de la M-30 que recibe el nombre de Salón de Pinos, en ella se plantarán 9.000. En total, Garrido calcula que sobre las 120 hectáreas que conformarán esta llamada alfombra verde se plantarán 55.000 árboles, de ellos 800 serán plátanos. Algunas ciudades, entre ellas Barcelona, están retirando de sus calles y jardines los plátanos porque causan muchos problemas de alergia a los vecinos. "Nosotros creemos, en cambio", se defiende Garrido "que es una buena opción. Son muy frondosos y se pueden podar de muy diferentes formas, con lo que se pueden dar diferentes sensaciones en determinadas zonas".

La reforma de la M-30 incluye la recuperación del Palacio de Vargas y en concreto de sus jardines. "Allí había antes un huerto. Nosotros colocaremos árboles frutales", dice el paisajista. Otro elemento que se recupera para espacio verde es un puente de calzada en el interior de la M-30 que se convertirá en un jardín. Todas las zonas verdes, según el proyecto, irán salpicadas de zonas de juegos infantiles, instalaciones deportivas y hasta habrá una pequeña playa de 20.000 metros cuadrados. En el río no se podrá bañar nadie pero se podrá tomar el sol en su ribera. Un carril bici recorrerá todo el río y unirá su trazado al anillo que circunvalará la ciudad en un futuro.

Y las acacias de Virgen del Puerto -cuya defensa ha sido objeto de enfrentamiento entre Gobierno municipal, oposición, vecinos y ecologistas- serán sustituidas por 70 plátanos de al menos 12 metros de altura. Esa zona especialmente conflictiva será una de las pocas que gozará de arbolado ya consolidado desde su plantación; el resto tendrá que esperar para alcanzar su esplendor cinco años.