La precariedad laboral se ceba en las mujeres del sur de la región

El mercado laboral es discriminatorio hacia las mujeres y se ceba especialmente con las que viven en los municipios del sur. Así lo concluye un estudio de CC OO presentado ayer, que destaca que las tasas de empleo en el sur (un 46,6% de las mujeres trabaja) son cinco puntos inferiores a la media regional (51,9%). Las mujeres cobran un 32% menos que los hombres y están más tiempo en el paro: un 71 de las personas en desempleo de larga duración lo son.

Comisiones Obreras alerta además de que las trabajadoras sufren un círculo de precariedad que amenaza con convertir en crónica su desfavorecida situación laboral: las mujeres sufren más paro, tardan más en encontrar un trabajo, están peor formadas y acceden a empleos más precarios, lo que hace más fácil que vuelvan a quedarse en paro.

"Las mujeres son las más pobres entre los pobres" y en la Comunidad de Madrid están "especialmente discriminadas", afirmó el secretario regional del sindicato, Javier López. Éste añadió que el 62% de parados son mujeres (el 72% entre los de larga duración, que son los que llevan más de un año desempleados), por lo que "se ven encaminadas a determinados empleos con mayor precariedad laboral".

Los grandes municipios del sur de la región son "los más desfavorecidos para la mujer" ya que presentan las menores tasas de empleo y la mayor precariedad (más contratos a tiempo parcial y temporales, y menos mujeres en la administración pública), sostuvo la secretaria de Mujer de CC OO, Pilar López.

El secretario regional incidió en que parte de esta precarización se debe a la baja formación: "casi la mitad de las desempleadas no han superado la educación secundaria y muchas de ellas dentro de este nivel formativo no tienen título o sus estudios están incompletos".

El impacto monetario de estas diferencias es notable: las mujeres cobran de media, según el estudio, un 32% menos que los hombres, diferencia que se vuelve más acusada entre las que tienen un empleo de duración indefinida, entre las mujeres con bajo nivel formativo y entre las mayores de 56 años.

Por sectores, es el de servicios el que tiene las mayores diferencias (las mujeres cobran un 35% menos), seguido de la industria (18%) y la construcción (17%).

En este mar de datos negativos, uno que invita al optimismo: las mujeres jóvenes, de 20 a 24 años, tienen una mayor tasa de empleo que los hombres. Es el único tramo de edad en que salen mejor paradas.