Tanto en tan poco tiempo
La reforma del Estatuto de Autonomía acaba de entrar en su recta final en el Congreso de los Diputados coincidiendo, precisamente, con el XXV aniversario de la aprobación en referéndum del texto actual. Tal día como hoy, 20 de octubre, de hace dos décadas y media, Andalucía emprendía por fin el ansiado camino de su autogobierno. Los andaluces y andaluzas decidimos entonces, en una fecha histórica, aprobar por una mayoría aplastante, casi el 90 por ciento de los votos, el Estatuto de Carmona. Un porcentaje que reflejaba el afán de cambio y el deseo de la ciudadanía andaluza por disfrutar de una autonomía de primera y contar con una herramienta que ayudara a esta tierra a dar el salto que necesitaba para dejar atrás el subdesarrollo en el que la derecha nos había sumido.
Después de 25 años, hemos podido comprobar cómo el Estatuto de Carmona se ha alzado como el mejor instrumento para hacer posible ese cambio. Un cambio radical. Andalucía, en poco tiempo ha dado un salto de gigante. Nada tiene que ver la Andalucía de ahora con la de entonces. Los avances son innegables y sólo desde la cicatería y ruindad se puede obviar que desde que decidimos respaldar ese texto nuestra Comunidad ha duplicado su riqueza y no sólo en parámetros económicos.
Cuando optamos por dar nuestro sí a la primera norma constituyente, los andaluces y andaluzas apostábamos por la modernización de nuestra tierra. Y acertamos. A Andalucía le ha ido bien con la autonomía y con el texto estatutario aún vigente. El Estatuto de Carmona ha sido la palanca de nuestro desarrollo y la herramienta que ha permitido a Andalucía ostentar el peso político que hoy tiene en el marco de nuestro país.
Precisamente, porque nos ha ido bien con la autonomía queremos seguir creciendo en ella. Y para eso es necesario actualizar, mejorar y adaptar a los nuevos tiempos nuestro Estatuto. La sociedad andaluza del siglo XXI tiene nuevas necesidades y demandas y tenemos la obligación de darle respuestas. Mejorando el texto de Carmona mejora Andalucía y la calidad de vida y bienestar de los andaluces. Insisto en que el texto actual ha sido de gran utilidad para el despegue político, económico, social y cultural de Andalucía. No hay duda. Como tampoco la hay al pensar que con la reforma que hemos impulsado queremos que siga siendo un instrumento útil que responda a las nuevas demandas y aspiraciones de la sociedad andaluza.
La realidad de 2006 es bien diferente a la de 1981 y exige un nuevo Estatuto acorde con los cambios producidos y la estrategia del proyecto de Segunda Modernización que ejecuta el Gobierno de Manuel Chaves. Un presidente, por cierto, que fue el primer dirigente autonómico en plantear la primera reforma estatutaria, la andaluza. Antes de que ninguna otra comunidad anunciara la suya y adelantándose al debate territorial, posteriormente abierto, Chaves anunciaba ya en junio de 2001 la necesidad de revisar nuestro Estatuto.
Hoy, cinco años después, celebramos el 25 aniversario de la aprobación del Estatuto de Carmona con su reforma, que encara, además, la recta final en las Cortes Generales. Un proceso no exento de complicaciones al que los socialistas nos hemos enfrentado con la firme convicción de que esta reforma ha sido más que oportuna y ha colocado de nuevo a Andalucía en el centro del debate territorial. Desde el principio hemos impulsado un nuevo Estatuto de primera, innovador, progresista, social, solidario y, por supuesto, constitucional. Hemos querido y queremos que en la foto final del nuevo Estatuto estén representados todos los partidos políticos con representación en la Cámara andaluza. Nuestra voluntad de consenso se escribe con mayúsculas.
Queremos que la foto final sea completa porque éste es un Estatuto de todos y para todos. Estamos convencidos que cuando se someta a referéndum, el próximo mes de febrero, nuestra nueva Carta Autonómica tendrá también un amplio respaldo ciudadano porque viviremos, como hace hoy 25 años, un nuevo día histórico. Como entonces, el referéndum volverá a ser una fiesta para todos los andaluces y andaluzas.
Luis Pizarro Medina es secretario de Organización del PSOE de Andalucía
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