Un 'agujero' que produce "frustración y enfado"
El trámite que hace 15 meses dio como resultado la ley que permite que el matrimonio entre personas del mismo sexo se dejó un agujero por el camino: el que impide que la mujer de una madre biológica se inscriba automáticamente como segunda progenitora del bebé recién nacido. "Ha sido una fuente de frustración y de enfado. Muchas parejas de mujeres creían que con la ley ya estaba eso resuelto, y después de tener el niño se enteraban de que tenían que empezar un proceso de adopción", afirma la presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (Felgt), Beatriz Gimeno. El arreglo de esta anomalía es una de las prioridades de la Asociación de Familias de Gays y Lesbianas con Hijos e Hijas (Galehi), señala su presidente, Jesús Santos.
Las asociaciones confían en que este "despiste legal" se subsane pronto. "Hemos hablado con los grupos de izquierda del Parlamento para que, aprovechando la tramitación de la ley de Identidad de Género [la que regulará el cambio de nombre y sexo registral de las personas transexuales] corrigieran este asunto", indica Gimeno. Varios grupos, como IU-ICV o BNG les han hecho caso, aunque haya sido un poco "traído por los pelos", admite la presidenta de la federación. El PSOE no ha presentado la enmienda -de hecho, no ha propuesto ningún cambio al proyecto de ley de Identidad de Género- aunque Gimeno no descarta que la apoye.
Mientras este tema no se solucione, la federación ha aconsejado a las mujeres que les han consultado que presenten una denuncia, confiando en que "algún o alguna juez progresista" lo admitiera. Pero esta opción no ha tenido mucho éxito, ya que el proceso de adopción es más rápido (unos seis meses) y más barato que un proceso judicial.
Lo que no se sabe es cuántas de estas familias están pendientes de conseguir un libro de familia que refleje su realidad. No hay un censo que recoja estas situaciones. Se calcula que desde que se aprobó la ley de matrimonio homosexual se han celebrado unos 6.000 enlaces, de los que aproximadamente una tercera parte sería de mujeres.
Lo que sí se sabe seguro es que el número de madres lesbianas "va a ir en aumento", auguran los implicados. Un sencillo cálculo avala esta idea: si se suma el tiempo que lleva tramitar la boda con lo que se tarda en conseguir un embarazo por inseminación artificial, ahora están naciendo los primeros hijos de los matrimonios de mujeres.
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