Prodi apoya las iniciativas del Gobierno para lograr el fin de ETA

El primer ministro italiano, Romano Prodi, de visita en España, dio ayer un espaldarazo al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su intento por alcanzar la paz en el País Vasco. Prodi expresó al presidente español su "gran satisfacción" ante los progresos que el Gobierno está obteniendo en el proceso de paz y mostró su deseo de que estos pasos "se consoliden y sean definitivos".

El proceso de paz en el País Vasco ocupó un lugar importante en el encuentro que ayer por la mañana mantuvieron en La Moncloa el primer ministro italiano y el presidente español. Italia hace ya años que superó su particular problema de terrorismo, con la desaparición de las Brigadas Rojas, muy activas en los años setenta y en los primeros ochenta. Pero Prodi situó el reto del terrorismo vasco en un contexto europeo, en el que resulta ser la única excepción, tras el desarme del IRA y el final del terrorismo en Irlanda del Norte, acreditado hace tan sólo dos semanas.

En estas condiciones, Prodi se dirigió a Zapatero en estos términos: "Ha sido para mí una gran satisfacción poder ver el progreso de las negociaciones para la paz, que es un proceso fundamental para el desarrollo futuro de nuestros países. Estamos en un contexto internacional que lo favorece".

El primer ministro italiano pidió, asimismo, cooperación a todas las instancias políticas para consolidar el proceso de paz, lo que se interpretó como una alusión al PP, que ayer reiteró su oposición al proceso: "Estamos ante problemas que tienen que ser resueltos con un espíritu de cooperación. Creo que esta es la visión y espero que todos los progresos que hemos hecho hasta el momento se consoliden y sean definitivos".

Prodi también respaldó a Zapatero por su pretensión de abordar el proceso de paz de Euskadi en el Parlamento Europeo, frente a la actitud del PP, que se opone a dicho debate. "El hecho de que se reflexione sobre este tema no es una tragedia", dijo el primer ministro italiano, en respuesta a la posición del Partido Popular.

Zapatero informó a Prodi de cómo el alto el fuego permanente de la organización terrorista está cerca del séptimo mes y de cómo viene precedido de más de tres años sin que la banda haya cometido atentados con víctimas mortales, tras una historia de casi cuatro decenios de terrorismo.

Visión optimista

El presidente del Gobierno mantuvo ante el primer ministro italiano su visión optimista a largo plazo del proceso de paz, al informarle de que "discurre". Pero se mostró prudente en los plazos, al señalarle que "hay que dar tiempo al tiempo" para que "cumpla sus ritmos", así como "el tiempo necesario para abordar una cuestión de esta envergadura".

Zapatero esgrimió ante Prodi las tres pautas por las que su Gobierno se guía en este proceso: fin absoluto de toda violencia; legalidad, diálogo y acuerdo. En primer lugar, le confirmó que mientras exista algún tipo de violencia, como la kale borroka (lucha callejera) que se manifiesta todos los fines de semana desde el 18 de agosto al pasado viernes, el proceso de paz no podrá avanzar, aunque tampoco dijo que esos incidentes suponen la ruptura del proceso.

También reafirmó al mandatario italiano que el proceso de paz se moverá dentro de la legalidad. Su expresión más inmediata es que la Ley de Partidos Políticos sigue vigente y que la izquierda abertzale debe cumplir con esa ley si quiere alcanzar la legalidad con garantías suficientes para participar en el juego político.

A plazo más largo, el Gobierno considera que los acuerdos a los que lleguen las formaciones políticas vascas, en la futura mesa de partidos, deben partir de la legalidad y pasar, después, por el aval del Parlamento.

En cuanto al principio de convivencia y diálogo, el Gobierno pretende buscar fórmulas de reconciliación en la sociedad vasca y española para superar casi 40 años de terrorismo, que han dejado más de 800 víctimas mortales y numerosos heridos.

Por la tarde, en la inauguración de una exposición, Zapatero aseguró que se siente responsable de lograr "la desaparición de todo vestigio de violencia". En referencia a la transición, afirmó que su fin fue ante todo la paz, por lo que piensa "hacer todo lo posible por culminar, lograr ese afán de paz".