El sector negocia con la industria de biocombustibles un acuerdo marco

Organizaciones agrarias y las industrias productoras de biocarburantes han iniciado negociaciones para el establecimiento de un acuerdo marco por el que se regulan las relaciones entre ambas partes. El objetivo de ese acuerdo es el establecimiento de unas condiciones que aseguren una cierta estabilidad en los contratos. El cultivo de materias primas para biocombustibles ha aumentado un 37% en dos años.

El Ministerio de Agricultura, a través de la dirección general de Desarrollo Rural, está siendo el impulsor de este tipo de producciones para la obtención tanto de biodiésel, a través de semillas oleaginosas y proteaginosas como del bioetanol a partir de cereales o remolacha.

Para el director general, Francisco Amarillo, la Administración no puede imponer condiciones a ninguna de las partes. Sin embargo, tiene asumido el compromiso de impulsar este tipo de relaciones en defensa del futuro de una parte muy importante de la actividad agraria.

El cultivo de materias primas para biocombustibles en España ha pasado de 6.000 hectáreas en 2004 a 25.000 hectáreas en 2005 y a 223.000 hectáreas en 2006. Para el responsable técnico de la organización agraria UPA, Javier Alejandre, si se pretende alimentar el desarrollo de los biocombustibles, es preciso establecer unas reglas de juego muy claras, con unos contratos donde se fijen condiciones de cultivo, entregas, pagos, así como puntos de referencia para fijar los precios.

El sector y la propia administración temen que si los precios de las materias primas para biocombustibles son inferiores a los precios de los mismos productos para usos alimentarios, como sucedió este año, puede suponer el fin de esta importante alternativa en el sector agrario. Los cultivos agroenergéticos tienen hoy una ayuda complementaria de 45 euros por hectárea.