Los socios del Gobierno vasco discrepan en la respuesta al cierre de Reckitt

Los socios del Gobierno vasco, PNV y EA por una parte, y EB por otra, no han consensuado una respuesta única al proyecto de cierre de la planta que la empresa Reckitt Benckiser tiene en el municipio vizcaíno de Güeñes. Los planes empresariales dejarán en la calle a 190 trabajadores directos y a otros 75 de una subcontrata.

PNV y EA plantean medidas generales para luchar contra la deslocalización, mientras que EB cree que habría que volver a recalificar los terrenos -con los que la empresa ganó en agosto más de cinco millones de euros-, para evitar esa ganancia y lograr de esa manera que la empresa no se deslocalice, como anunció un mes después de la venta de los terrenos.

Las discrepancias en el seno del Gobierno han llegado con la iniciativa parlamentaria de EHAK que pide al Gabinete Ibarretxe que abandone el expediente de cierre, y garantice el futuro de la planta y todo el empleo. La enmienda presentada por PNV y EA exige al fabricante multinacional de productos de hogar e higiene, que continúe su actividad industrial en Güeñes, y pide al Ejecutivo que promueva nuevas actividades y proyectos tractores en las comarcas desfavorecidas. Exactamente la propuesta que el pasado jueves llevó a la cámara la consejera de Industria, Ana Aguirre.

En su enmienda, EB defiende la recalificación de los terrenos y la creación de una comisión que redacte un plan industrial específico para las Encartaciones.