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Lara aboga por dar apoyo a los autores en catalán en Francfort

Álvaro Pombo encabeza las quinielas para el Premio Planeta

El presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara, abogó ayer por dar un apoyo "adicional" en la feria de Francfort de 2007 -año en el que la cultura catalana acude como invitada de honor- a los autores que escriben en catalán. El empresario hizo esta afirmación tras una conferencia de prensa en la que presentó las 10 novelas finalistas del Premio Planeta, que se falla hoy. Álvaro Pombo encabeza todas las quinielas.

Un tira y afloja. En eso derivó el acto de presentación de las novelas finalistas de la 55ª edición del Premio Planeta, que se falla esta noche en una ceremonia presidida por el Príncipe de Asturias en el Palacio de Congresos de Cataluña. Por una parte estaban los periodistas, que trataron de arrancar a Lara alguna pista sobre el ganador. Por otra, el jurado del galardón, que aseguró en varias ocasiones que nada estaba decidido todavía, entre otras razones porque es hoy cuando sus miembros se reúnen oficialmente para deliberar.

No obstante, como ya es tradicional, las quinielas no se hicieron esperar. "Hace poco cené con un editor muy importante de Madrid que me dijo que yo era el único que no sabía en España el ganador del Planeta", bromeó el escritor Alfredo Bryce Echenique, que se incorpora al jurado junto con Soledad Puértolas. Álvaro Pombo encabeza todas las apuestas y Ángela Vallvey y Ángela Becerra figuran como posibles finalistas. También Raúl del Pozo y el editor Manuel Pimentel aparecieron citados recurrentemente en los corrillos como favoritos.

La mayoría de los manuscritos se enviaron con seudónimo. Antes de pasar por el cedazo, se presentaron a concurso 442 novelas, de una procedencia dispar en la que se constata un incremento de obras de autores latinoamericanos. El portavoz del jurado, Carles Pujol, quiso destacar el "alto nivel" de los originales recibidos. "Hay por lo menos tres novelas que podrían ser magníficos premios Planeta". Pujol trató de zanjar así la polémica abierta el año pasado por Juan Marsé, cuando el escritor -entonces miembro del jurado- lamentó la baja calidad literaria de las obras finalistas. Sus palabras hicieron mella en un premio que afronta una de sus ediciones más decisivas, al menos en términos de prestigio.

La novela histórica combinada con toques de crónica familiar -"una se remonta a antes de Adán y Eva, más histórica no puede ser", ironizó Pujol-, las conjuras esotéricas en la senda de El código Da Vinci y los relatos sobre la Guerra Civil han sido las tendencias más repetidas por los candidatos al galardón, el mejor dotado de las letras españolas: 601.000 euros para el ganador y 150.250 euros para el finalista.

Lara señaló que por ahora no se plantea aumentar esta dotación, a pesar del altísimo porcentaje (más del 40%) que va a parar a Hacienda. "Es algo que tendría que cambiar. Hemos hablado con todos los gobiernos. Los políticos nos entienden, pero todo se para al llegar a los técnicos. Es bien sabido que, desde 1920, España está gobernada por un Gobierno de coalición: el Gobierno de turno y el Ministerio de Hacienda, cuyo objetivo es recaudar", ramachó el presidente del Grupo Planeta, quien además manifestó su intención de seguir invirtiendo en medios de comunicación, tanto escritos como audiovisuales, catalanes y del resto de España: "Si hay algo que no hemos conseguido publicar todavía es el BOE", añadió.

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El último Premio Planeta lo ganó Maria de la Pau Janer con la novela Pasiones romanas, de la que se han vendido medio millón de ejemplares.

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