Industria recalca que no hay "alternativas" públicas para evitar el cierre de Reckitt
La consejera Ana Aguirre anuncia que se impulsarán nuevas actividades en las Encartaciones
La consejera de Industria, Ana Aguirre, aseguró ayer en el Parlamento vasco que no existen alternativas en manos de la Administración pública capaces de modificar la decisión "irrevocable e inamovible" de la multinacional Reckitt Benckiser de cerrar su planta de Güeñes. Agregó que la falta de competitividad hace inviable la continuidad de la factoría incluso con otro empresario. Frente a la pérdida de los 190 empleos, Aguirre anunció "medidas", que no precisó, para la zona de Encartaciones y afirmó que "es un objetivo estratégico mantener el peso de la industria en el PIB y el empleo industrial".
La consejera señaló en su comparecencia en la Comisión de Industria que su departamento va a realizar actuaciones específicas en aquellas comarcas que, como es el caso de Encartaciones o Tolosaldea, están sufriendo pérdidas de empleo "llamativas". Según dijo a preguntas del parlamentario del PP Fernando Maura, la consejería ha hecho un estudio sobre la comarca de Encartaciones con el objetivo de evaluar las posibilidades de desarrollo de suelo industrial y las posibilidades de impulsar nuevas actividades económicas en esa zona de Vizcaya. Aguirre indicó que hay perspectivas precisamente en Balmaseda, Güeñes y Galdames, aunque matizó que están a expensas de que se analicen los eventuales impactos paisajísticos y las condiciones de inundabilidad de estos terrenos. La consejera no hizo ninguna referencia al anuncio del lehendakari Ibarretxe de compensar a la comarca con "290 puestos de trabajo" por los 190 que pierde con la marcha de la multinacional fabricante de productos de limpieza y aseo personal.
Cautelas y pelotazo
Sí se refirió, sin embargo, al "plan anti-deslocalización" adelantado por el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, durante el debate de política general. Su eje central es garantizar que las empresas que decidan marcharse devuelvan, siempre que estén en beneficios, las ayudas públicas que recibieron. Tras calificarlo de interesante, la consejera advirtió, no obstante, que entraña ciertos riesgos establecer "demasiadas cautelas para evitar la marcha de empresas, porque eso también nos haría perder atractivo en materia de localización".
El parlamentario del PP, Fernando Maura también preguntó a la consejera por la recalificación de terrenos que ha proporcionado a Reckitt más de cinco millones de euros de beneficios netos. La Diputación de Vizcaya dio el pasado 9 de agosto la última autorización para recalificar unos terrenos anexos a la planta de Güeñes para construir un total de 148 viviendas. Un mes más tarde la multinacional anunció el cierre irrevocable. Los terrenos habían sido adquiridos por la empresa en febrero de 1999 por 780.000 euros y fueron vendidos por seis millones a una constructora en una subasta pública.
Maura denunció este "pelotazo inmobiliario", que se suma al "pelotazo" que recibió en ayudas públicas y que cifró en torno "a los 800 millones de pesetas (4,8 millones de euros". "Es inadmisible que en esas condiciones se vaya a otro país con la connivencia y complicidad de las instituciones", manifestó el portavoz popular.
Ana Aguirre dijo ante los parlamentarios que el Gobierno está trabajando con la Asociación de Municipios Vascos-Eudel en la elaboración de un código de buenas prácticas dirigido a los ayuntamientos en relación con las recalificaciones de terrenos insutriales y sus posibles impactos en la actividad económica. "El objetivo es que todos los ayuntamientos, sobre todo los más pequeños, tengan a su disposición una prueba objetiva del impacto que tienen determinadas actuaciones de recalificaciones de suelos en la actividad económica", dijo.
La portavoz del PSE, Idoia Mendia sostuvo que en el caso de Reckitt, las autoridades locales "han pecado de ingenuidad" con la recalificación de terrenos. Para el parlamentario del PNV José María González Zorrilla la gestión del Ayuntamiento de Güeñes ha sido impecable en todo momento. Ligar el cambio de uso de los terrenos con la decisión de la empresa de marcharse "es perverso", agregó. El alcalde de Güeñes es del PNV.
Oskar Matute, de EB, pidió que no se dé por perdida la empresa y que se siga trabajando por mantener la planta en la localidad vizcaína, así como el empleo. Para Matute, sin embargo, la gestión del Ayuntamiento y de la Diputación ha sido mala con el cambio de uso del terreno, por lo que reclamó una nueva recalificación para que vuelva a ser considerado suelo industrial.
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