La plantilla aplaza su respuesta hasta ver la solvencia de los proyectos para su recolocación

El comité de empresa de Reckitt Benckiser, la multinacional británica que ha anunciado el cierre de su fábrica en Güeñes con 194 trabajadores, ha aplazado su respuesta al plan de recolocaciones ofrecido por la compañía hasta que tenga más información de los proyectos empresariales que se ofrecen. La plantilla quiere garantías de la solvencia de las empresas sustitutivas -Reckitt ha hablado de tres posibles proyectos que se ubicarían en los terrenos que ocupa la actual planta, con 99 puestos en una primera fase- antes de aceptar la negociación del plan y asumir el cierre de la factoría. Su clausura ha cogido de improviso a los empleados y las instituciones vascas, puesto que genera beneficios.

Los trabajadores celebraron ayer una asamblea informativa, en la que fueron informados por el comité de la propuesta de recolocaciones de Reckitt. Además de los tres proyectos empresariales apuntados (entre ellos, una empresa de productos cosméticos), la empresa de recolocación contratada por la multinacional ofrecería una veintena de empleos para una fábrica en Cantabria. En este caso, serían para el mismo número de empleados de la planta de Güeñes que residen en la comunidad cántabra. A ello se unen, según la información facilitada por la empresa, la recolocación de otros veinte empleados más en otros proyectos empresariales en la zona.

Más detalles

La asamblea fue meramente informativa, puesto que se había convocado otro encuentro con toda la plantilla para el próximo martes en la que se decidiría si se acepta negociar o no el plan de recolocaciones. Pero esta reunión ha quedado aplazada, según confirmó un miembro del comité de empresa, hasta que se disponga de más información sobre las garantías de las empresas alternativas. Los representantes sindicales esperaban obtener estos datos en la reunión de ayer con la consejería de Industria, pero "vimos que está como nosotros" en este asunto. Industria se ha comprometido, aseguraron, a solicitar el lunes a la dirección de Reckitt datos sobre las empresas que asumirán las recolocaciones para posteriormente verificar su solvencia.

"Sin estas garantías no podemos aceptar negociar" las recolocaciones, señalaron fuentes del comité, que aseguraron que la posición es unánime. CC OO, uno de los cuatro sindicatos del comité y el único que había anunciado su disposición a empezar de manera inmediata la negociación, no puso ninguna objeción, señalaron las mismas fuentes.

El aplazamiento del comité choca con el plazo marcado por la multinacional, que había fijado el próximo martes como la fecha límite para iniciar una negociación. La empresa pretende, en caso contrario, decidir el calendario de la clausura de la factoría de Güeñes y la forma en la que se realizará.