El PNV apura el plazo para negociar su apoyo a los Presupuestos Generales

El PNV no ha decidido aún cuál va a ser su postura en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. Mañana concluye el plazo para presentar enmiendas a la totalidad y, si no llega a un acuerdo con el Gobierno central, el grupo peneuvista registrará la suya en plazo. El PNV y el Gobierno de Zapatero llegaron el año pasado a un acuerdo de mutua conveniencia. Los nacionalistas apoyaron las cuentas en Madrid y los socialistas hicieron lo mismo con las del Ejecutivo de Juan José Ibarretxe. El panorama se presenta este año más complicado.

El PSE quiere preservar su autonomía a pocos meses de unas elecciones y se resiste a repetir la situación del pasado ejercicio. Ahora las piezas sobre la mesa son otras, fundamentalmente la ley quinquenal del Cupo. Esta norma, que fija la mecánica para calcular la cantidad que la comunidad autónoma paga a las arcas del Estado por las competencias no asumidas, debe ser renegociada antes de final de año.

Para los nacionalistas, el Cupo es una de las claves en la negociación presupuestaria. Un buen acuerdo facilitaría su voto a favor en las Cortes. En todo caso, el PNV mantiene otras prioridades entre sus exigencias: un aumento de las inversiones, la financiación de la formación continua o el gasto en I+D.

Moderar el lenguaje

El portavoz socialista en la Cámara de Vitoria, José Antonio Pastor, advirtió ayer de que "la vicelehendakari tendrá que moderar su lenguaje, si quiere llegar a un pacto de presupuestos con el Partido Socialista de Euskadi". Idoia Zenarruzabeitia acusó el domingo en una entrevista al PSE de hacer demagogia con su propuesta de pacto social, a la vez que consideró que ha contravenido el pacto presupuestario para este año con sus iniciativas para igualar la renta básica al salario mínimo.

Pastor replicó que "confundir una propuesta de diálogo de la oposición sobre política social con un chantaje, denota la vieja intolerancia de los pasados gobiernos de Ibarretxe y una escasísima voluntad de diálogo, que es absolutamente contraproducente para un Gobierno en minoría que necesita acuerdos con la oposición". Agregó que "considerar un chantaje que el primer partido de la oposición en el Parlamento ponga determinadas condiciones para llegar a acuerdos, es tan inaceptable como decir que el PNV está chantajeando al Gobierno de España para apoyar los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año, porque también está poniendo las suyas".

El portavoz socialista en el Parlamento calificó igualmente de "incomprensible" que la vicelehendakari considere su "propuesta de acuerdo una desvergüenza, un chantaje y una demagogia, cuando ella misma dice ser partidaria" de hacer lo que proponen los socialistas.