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Un libro presenta a personajes de la historia del trotskismo español

El Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) protagonizó uno de los episodios clave de la Guerra Civil. Su apuesta por las tesis políticas de Trotski le condujo a ser perseguido con saña por el Partido Comunista, que seguía las órdenes de Stalin.George Orwell contó la historia de la destrucción del POUM en el libro Homenaje a Cataluña.

La editorial sevillana Renacimiento ha publicado recientemente Retratos poumistas, de Pepe Gutiérrez-Álvarez. El libro se centra en los personajes más relevantes en la historia del POUM. Gutiérrez-Álvarez (La Puebla de Cazalla, Sevilla, 1946) se detiene en figuras célebres en la historia de la izquierda y la cultura como Andreu Nin, Joaquín Maurín o George Orwell.

Pero también dedica sus páginas a otros personajes menos conocidos como Juan Andrade, Manel Alberich, María Teresa García Banús, Manuel Grossi, Teresa Rebull o Luis Portela, entre otros. El libro aporta 37 retratos de personajes relacionados con el POUM a lo largo de cerca de 400 páginas en lo que es un completo mapa de esta tendencia política de la izquierda.

Pepe Gutiérrez-Álvarez emigró a L'Hospitalet (Barcelona) en 1960. Activista antifranquista desde mediados de los años sesenta, se exilió en París en 1968. Es autor de títulos como Memorias de un bolchevique andaluz y La memoria obrera, entre otros.

Lecturas anarquistas

"Soy miembro de la Generación del 68. Estaba muy educado por lecturas y referencias anarquistas y, en menor grado, poumistas. Conocí, a mediados de los años sesenta, a parte del POUM del exilio interior: personas como Joan Rocabert y Marià Corominas. Los llegué a localizar a través de mis relaciones con la CNT", recuerda Gutiérrez-Álvarez.

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"El POUM emergía como el partido más coherente. De los partidos republicanos de la Guerra Civil, era el que mejor conectaba con la crítica al estalinismo. Había cosas que me desazonaban del estalinismo. Con los anarquistas podías discutir de todo", explica Gutiérrez-Álvarez. "Las personas del Partido Comunista me querían adoctrinar y llevarme a Budapest a estudiar. Tenían un afán de adoctrinamiento muy fuerte. Los anarquistas, en cambio, me decían: 'prepárate, lee todo lo que quieras'. Decidí no ir a Budapest. Entré en contacto con los grupos políticos situados a la izquierda del PCE a mediados de los años sesenta", relata el autor.

El POUM fue un partido maldito, odiado y perseguido por los dos bandos en la Guerra Civil. "El franquismo no distingue entre el POUM y los masones liberales. En la zona republicana, a partir de 1937 hay una persecución contra el POUM. Stalin dictamina que los trotskistas son agentes del imperialismo y sicarios terroristas que quieren socavar el poder soviético. Y desencadena una campaña contra el POUM", concluye Gutiérrez-Álvarez.

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