Las nuevas reivindicaciones sociales se organizan en torno a Internet
Toledomágico paraliza la urbanización sobre un poblado visigodo - Altoscolegios consigue que arreglen su escuela - Celfosc promueve la ley de contaminación lumínica - Nofumadores denuncia a los que incumplen la normativa
Ni partido políticos ni sindicatos, ni asociaciones de vecinos, ni siquiera ONGs. Internet ha cambiado la estrategia de las aspiraciones y reivindicaciones sociales. Para hacer pública una causa, una protesta, basta con una voz. En Internet se oirá y hasta se escuchará.
Dell llevaba tiempo estudiando la sustitución de las baterías de sus portátiles, pero no se decidió hasta que un consumidor colocó en Internet las imágenes de su portátil ardiendo.
En Estados Unidos hay vitriólicos blogs contra grandes empresas, como la compañía aérea United Airlines (www.untied.com) y los supermercados Wal-Mart (www.wakeupwalmart.com). Aquí no hay nada parecido comercialmente. Lo más cercano que se difundió (contra Telefónica) se cerró abrumado por las querellas. Sin embargo, sí hay iniciativas sociales que afectan al ciudadano, como la lucha por eliminar el canon de los DVD o derribar un hotel plantado en un parque natural.
Que se lo digan a Justo López, que con su grito en la página Toledomagico logró lo que nadie había conseguido, ni siquiera denunciado: paralizar la construcción de miles de viviendas sobre el mayor poblado visigótico de Europa. ¿Dónde estaban, por ejemplo, las instituciones dedicadas al patrimonio histórico?
¿Dónde estaban la consejería de Medio Ambiente de Andalucía y el director del parque natural de Cabo de Gata cuando se levantaba un rascacielos en la playa natural del Algarrobico? Afortunadamente, ciudadanos de a pie lo denunciaron a la asociación de Amigos del Parque de Gata. La victoria es pírrica: el hotel se derriba, pero a costa de que page el erario público.
Pocos, pero resultones
A menudo, detrás de estas reclamaciones sólo hay un grupito de personas, pero su eficacia nada tiene que envidiar a la de los tradicionales cauces reivindicativos, desde los partidos políticos a las asociaciones vecinales. Sólo dos personas están detrás de Sorolls.org, una asociación en Internet que ha conseguido que los tribunales de justicia condenen a 20 ayuntamientos por no preservar el derecho al descanso de sus vecinos.
Hay más, muchos más. Nacen con un objetivo concreto y, una vez victoriosos o perdedores, desaparecen.
Todoscontraelcanon.com y el partido pirata sueco persiguen la eliminación de un canon musical indiscriminado y la eliminación del copyright. Altoscolegios no sabían qué más hacer para conseguir que arreglaran la escuela de sus hijos, en Sevilla. Después de muchos plantes inútiles, al final consiguieron los resultados gracias a un blog.
Muchos de estos movimientos están motivados por la especulación inmobiliaria, como Salvem l'Empordà, que ya ha logrado varios triunfos sonados; pero la temática es variada: Niko Basadonna pone en la red todos los obstáculos inmobiliarios que dificultan a los minusválidos moverse por las ciudades; el leridano Josep Maria Bosch, de Celfosc, está consiguiendo que varias autonomías legislen sobre la contaminación lumínica... Los colaboradores van surgiendo de toda España y periódicamente se ven las caras en una ciudad.
También la madrileña Raquel Fernández, que quiere, simplemente, que se cumpla la ley, concretamente la de los lugares sin humo, se reúne con sus colaboradores una vez al año.
Frente al ruido que levantan los spam, el phising, la pornografía, la delincuencia digital y las nuevas adicciones y vicios de Internet, ellos representan la parte positiva de un nuevo y eficaz medio de comunicación. Ellos son el Internet bueno.
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